Actuando en género,una ruta hacia la igualdad
El rol que juega la mujer y su incorporación amplia en ambientes más competitivos que le permitan progresar en igualdad […]
El rol que juega la mujer y su incorporación amplia en ambientes más competitivos que le permitan progresar en igualdad de oportunidades, no siempre encuentra entornos favorables para este fin. Las débiles políticas públicas en materia de género encuentran un escenario poco favorable para su reproducción dentro de una sociedad de los hombres, en contextos culturales de tipo patriarcal y consecuentes valores antropocéntricos que los favorecen, les recompensan y además les dotan de poder político.
En este sentido, el derecho internacional e iniciativas nacionales, hacen un llamado de pasar de las declaraciones, a la acción en materia de igualdad de género, como un espacio ganado por luchas históricas, conquistas en contracorriente y reivindicaciones que resultan insoslayables y que por demás, proponen superar antiguos y nuevos desafíos que todavía permanecen grabados en el imaginario colectivo, los cuales deben ser superados y atendidos con diligencia.
Bajo lo expuesto, la igualdad de género deja de ser solo un derecho, para convertirse en un deber que todo canalero y canalera debe gestionar con responsabilidad. Es más que una modificación lingüística o un estilo nuevo de llamar las cosas; representa una profunda trasformación en el sistema de valores, para superar creencias limitantes que nos hacen ver a cada mujer por debajo de una métrica teórica masculina, lo que a todas luces es, totalmente inaceptable.
Parafraseando un relato del Siglo XX, recordaba a Helen Keller, la primera mujer ciega que logró graduarse con honores en la Universidad de Harvard, al ser emplazada por una periodista que le preguntaba, si para ella, había cosa peor que ser ciega, esta amablemente le respondió, si hay algo peor: poder ver y no tener una visión.
Construir esta visión, orienta a una organización como el Canal de Panamá, no hacia un lugar al que queremos llegar, se trata de un recorrido, un trayecto, el cual siempre inicia con un primer paso, este es, identificando la necesidad de verificar la inclusión del enfoque de género en sus procesos, servicios y sistemas, no como ejercicio intelectual, ni solo por un mero acto de formalidad establecido mediante un contrato con la sociedad, es reivindicar el inconmensurable valor de las mujeres y sus luchas históricas, visibilizando toda su contribución al engrandecimiento de esta gran empresa líder mundial y orgullo de los panameños y panameñas.
Recientemente la revista FORBES destacó a 17 panameñas en una lista de las 100 mujeres más poderosas de Panamá, entre ellas una Canalera de alto vuelo, nuestra subadministradora; reconocimiento que estoy seguro, representa el valor de tantas mujeres canaleras que han puesto anónimamente sudor y lágrimas; algunas permanecen en la empresa, mientras que otras, no están ya con nosotros, pero aun así, su legado sigue brillando y en estos 106 años del Canal de Panamá, también las celebramos.
Es hora de tomar nota, el cambio es lo más seguro que tenemos; y a manera de ejemplo, una medición reciente, evidenció una relación poco igualitaria en la participación de la mujer en la fuerza laboral del Canal de Panamá, 12 %, respecto del hombre, que era de 88 % .
Ante esta realidad y dado el entorno favorable, desde el año 2019, el Canal de Panamá por medio de un equipo interdisciplinario, se puso a la tarea, fortaleciendo aún más la cultura de igualdad de género por medio de ciclos de conferencias anuales formativas de empoderamiento de la mujer canalera, dictado por expositoras de trayectoria en este campo. Pero esto no fue suficiente, en el año 2019 el Canal fue auditado por vía voluntaria, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el 4 de junio de este mismo año, recibió el Sello de Igualdad de Género, como un logro institucional, que junto a la certificación, trajo adheridos nuevos desafíos, entre ellos, el apoyo a los esfuerzos institucionales para la creación de las mejores condiciones basadas en evidencia, medible y verificable, que atienda los retos que propone este nuevo enfoque, ahora certificado internacionalmente.
Mientras que muy reciente, en este año 2020, el Canal de Panamá reafirmó su compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, a través de la firma de los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres, o WEPs (por sus siglas en inglés).
Pensar y actuar sobre un futuro corporativo inclusivo es parte del ADN de esta empresa. Esto se está logrando al reducir la brecha entre mujeres y hombres, fortaleciendo capacidades individuales e institucionales, asegurando que las mujeres tengan los medios para influir en la toma de decisiones a través de mecanismos no convencionales, y creando espacios formales más cercanos y directos para la rendición de cuentas en todos los niveles y escalas de la organización. Todo esto es pensar en género, como una ruta hacia la igualdad.
