¿De dónde viene la inspiración para escribir una obra? Para Marixa Lasso, autora de “Erased”, un libro que trata sobre el proceso del despoblamiento que sufrieron los pueblos cercanos a la ruta donde se construyó el Canal, la inspiración le llegó de manera casual e insospechada. Caminando por los pasillos de la biblioteca Presidente Roberto F. Chiari, fue cautivada por los colores pasteles de un enorme mapa de 1912 que muestra las municipalidades que existían en la otrora zona del Canal. Ese mapa, el Property Map of the Canal Zone, fue el detonante para preguntarse: ¿Qué había antes de la creación de esas municipalidades? ¿Cómo estaban divididos en ese entonces?

Esa respuesta le llevó a un documento muy llamativo, el Plan général du Canal: avec indication du project. Confeccionado en el año 1881 y con un tamaño de 2.31 m2, este mapa muestra en detalle la línea original del tren interoceánico inaugurado en 1855, y todas las estaciones y pueblos por donde pasaba. Algunos de los nombres que aparecen, como Corozal, Miraflores y Paraíso, son utilizados hoy en día, pero aparecen también poblaciones que despiertan añoranza, recuerdos y pesares. Están nombres como el de Gorgona; la predecesora del actual pueblo de Gorgona en la costa Pacífica, Matachín y su leyenda ligada a suicidios colectivos, y Emperador, desde donde un joven Philippe Bunau-Varilla trató de administrar la construcción de un canal a nivel destinado al fracaso. En esta carta saltan a la vista los ríos como el Grande, el Chagres y todas sus vertientes.

La colección

La biblioteca Presidente Roberto F. Chiari cuenta con 663 mapas, entre originales y copias. El personal de la biblioteca comparte compendios de copias de mapas que datan del siglo XVI en adelante y a los investigadores y conocedores de la historia que la visitan.

El mapa original más antiguo de la biblioteca es la Carte Générale et Politique de La Ámerique, que data del año 1779. El mapa muestra con mucho detalle la región de Suramérica, Centroamérica, México, el este de los Estados Unidos, y muestra en rojo las subdivisiones políticas de la época. Es interesante señalar el conocimiento limitado del interior de América del Norte, y Alaska que muestra el mapa.

Peculiaridades

Una pieza llamativa en exhibición es el famoso mapa de Thomas Harrison que delimita los terrenos pertenecientes a la compañía del Ferrocarril de Panamá y que fue confeccionado en 1857. Apreciarlo es adentrarse a una ciudad que aún conservaba sus murallas y que, más allá de esos límites exclusivos, una nueva urbe iba naciendo, constituida por enormes fincas identificadas por los apellidos de sus propietarios. Por ejemplo, una parte de lo que es hoy es la Plaza 5 de Mayo era una finca perteneciente a José del Carmen Rebero; y lo que es ahora el mercado San Felipe Neri fue comprado por la compañía del ferrocarril a un señor de apellido Bermúdez. Don José Marcelino Hurtado era dueño de una finca que abarcaba toda Calidonia, y Bellavista y La Exposición eran manglares conocidos como “El Atillo”.

Llama la atención la gran cantidad de tierras pertenecientes al señor William Nelson, quien era dueño de toda la costa por donde pasaría la Avenida Balboa, así como del futuro barrio de El Chorrillo y el área de Barraza. También se aprecia que en las faldas del cerro Ancón, aparece una parcela de tierra propiedad de Ran Runnels, un ex Texas Ranger que fue contratado por la compañía del ferrocarril. Sus servicios fueron contratados para librar a la zona de una banda de delincuentes que robaban y asesinaban a los buscadores de oro que cruzaban el Istmo en su camino hacia y desde California. A Runnels se le dio carta blanca para resolver el problema y quizá el remedio fue tan malo como la enfermedad.

A juicio de expertos investigadores que han examinado estos mapas, uno de los más valiosos es el plano de la ciudad de Panamá de 1904, mejor conocido como el mapa de Bertoncini, por el apellido de su autor. Pintado a mano, y detallando las calles y principales edificios que se encontraban en lo que hoy es conocido como el Casco Antiguo, muestra también los edificios del hospital de Ancón en el norte, y hacia el oeste el cementerio católico, huertas, manglares y se detalla la localización del Chorrillo del Rey, una fuente de agua dulce que provenía del Cerro Ancón. Al escudriñar este mapa, se advierten detalles como los edificios de la empresa del Canal de Panamá pintados de rojo, en amarillo y gris los edificios de residentes panameños y verde todo lo relacionado a parques y manglares. Todo esto con el océano Pacífico como marco monumental.

Detallar el paso del tiempo

Los mapas nos ayudan a comprender el mundo en el que vivimos y nos brindan la oportunidad de conocer cómo nuestro entorno se ha modificado con el paso del tiempo. Es por eso que revisar los mapas de la ruta canalera año por año es descubrir como uno de los mayores logros de la humanidad fue tomando forma. La mejor fuente para constatar ese milagro son los reportes anuales del Canal. En ellos, y en especial los que aparecieron entre 1907 y 1921, se muestran mapas que son auténticas obras de arte por el nivel de detalle y confección. Esos reportes contienen, no solamente información técnica y económica, sino información sobre la situación demográfica de la población, fotos de la vida de sus poblaciones y avances en los sectores donde se encontraba la mayor cantidad de trabajos efectuados. Un gran punto de partida para los interesados es el reporte anual de 1909.

Los mapas, reportes y muchos otros documentos históricos pueden ser consultados en persona en la biblioteca Presidente Roberto F. Chiari ubicada en el Centro de Capacitación Ascanio Arosemena (Balboa) de 7:00 a.m. a 3:30 p.m. de lunes a viernes.

Artículos de interés

• Mapas y planos para una arqueología del paisaje.
• Codazzi, Humboldt y la ruta por el Istmo de Panamá.

Vídeos de interés:

Conversando con: la historiadora Marixa Lasso

¿Conoces la Biblioteca Presidente Roberto F. Chiari del Canal de Panamá?