Sostenibilidad, es un término que en las comunidades de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP) es conocido por muchos. Esta es una señal positiva del acompañamiento socioambiental implementado por el Canal en estas áreas, y que hoy se traduce en emprendimientos verdes y acciones conjuntas que toman cada vez más fuerza.

Para entender el porqué de cada una de las iniciativas que el Canal desarrolla en este territorio, como parte de la gestión integral de la Cuenca, es importante saber que están programadas para alcanzar un objetivo ambicioso: lograr la sostenibilidad en las comunidades y alcanzar ese anhelado equilibrio en tres dimensiones.

Ambiental

Parado a la orilla del muelle que comunica al Sendero del Colibrí Ermitaño en la comunidad de Quebrada Ancha del lago Alhajuela, el joven Ángel Rodríguez espera. Esa mañana, como miembro del comité de turismo del lugar, recibirá a un grupo de visitantes alemanes.

Pero Ángel no está solo. Treinta miembros de este poblado se han distribuido el trabajo, sin distinción de género, para atender a los turistas: desde manejar la embarcación, realizar la visita guiada, hasta preparar los alimentos para los visitantes.

Se trata de una comunidad organizada, que a partir del 2008 identificó al turismo como una gran oportunidad, un complemento a las labores agrícolas habituales en la zona. Esto les permite seguir produciendo de manera amigable con el ambiente, obteniendo mayores ingresos por sus productos mientras cuidan de la naturaleza, uno de los pilares de la sostenibilidad.

Ismael Muñoz lo puede contar con propiedad, pues vivió la historia por ser uno de los promotores de la idea. Reconoce que no ha sido un camino fácil, pero que lo alcanzado es producto del esfuerzo del comité y del asesoramiento que han recibido de distintas organizaciones, entre las que se encuentra el Canal de Panamá.

“Nosotros vemos el turismo como un valor agregado que nos permite sostener a nuestras familias; es algo que nos beneficia mientras aportamos a la protección del recurso hídrico”, explicó el dirigente comunitario.

Durante el presente año, el Canal de Panamá ha rehabilitado otros cuatro senderos en comunidades de la Cuenca donde existen condiciones similares, y se les ha dotado de nuevas infraestructuras y facilidades para los turistas, permitiendo que los lugareños sigan adelante con su emprendimiento.

Económico

Liduvina Rivera, pequeña productora de comunidad de La Negrita de Capira e integrante de la Asociación de Caficultores de la subcuenca de los Ríos Cirí Grande y Trinidad del Canal de Panamá (ACACPA), tiene claro los conceptos de sostenibilidad. Pocas personas hablan con tanto orgullo de lo que hacen como ella, sobre todo porque está convencida que su trabajo y el de todos en la agrupación genera beneficios para el planeta.

“Luchamos por ofrecer un producto que guste y que nos permita seguir sembrando café, para mejorar nuestra calidad de vida y lograr el desarrollo en las comunidades, mientras cuidamos el suelo y las fuentes de agua”, aseguró la productora, al tiempo que reemplazaba sus herramientas de campo por guantes, delantal y otros aparejos necesarios para el proceso de tueste del producto en la planta torrefactora de la agrupación en Las Gaitas de Capira.

Liduvina forma parte de los productores que han atendido el llamado del Canal de Panamá por unificar esfuerzos; se promueve la asociatividad como la vía para que los agricultores resulten fortalecidos al acceder a capacitaciones que les permitan mejorar sus productos, manejar mejor sus cosechas y negociar de manera más eficiente los precios. Esto repercute de forma positiva en la calidad de vida de las familias y la economía local.

Social

En la comunidad de Quebrada Benítez hay alegría. Un grupo de jóvenes del poblado trabaja afanosamente, apoyando para cristalizar el anhelo de contar con un nuevo acueducto que les garantice agua durante todo el año y que ha sido posible por medio de un proyecto promovido por el Canal de Panamá con el apoyo del Ministerio de Salud (MINSA).

Parado frente a la nueva infraestructura, Miguel Villarreal, jefe regional del Departamento de Agua Potable y Obras Sanitarias del MINSA, repasa las instrucciones sobre el funcionamiento de los clorinadores y los métodos de limpieza de los filtros, junto con Efren Almanza, tesorero de la Junta Administradora de Acueducto Rural (JAAR) del lugar.

A juicio del funcionario, se trata de uno de los mejores acueductos rurales de la región, ya que cuenta con tecnología moderna que permite simplificar y automatizar algunos procesos. Adicionalmente, se ha instalado un sistema de cloración por medio de tabletas, lo que, en conjunto con la capacitación a la JAAR, les permitirá pasar de un acueducto con agua entubada a uno con agua potable.

Christian Sánchez, presidente de la JAAR, no tiene dudas de que están por experimentar un gran cambio en la calidad de vida del poblado. Las personas se acostumbraron a lidiar con el problema de solo contar con agua durante algunos meses del año; después de eso, debían arreglárselas para obtenerla buscándola en quebradas.

Thomas Edghill, especialista en Protección Ambiental del Canal de Panamá, explicó que la iniciativa resolverá los problemas de agua de unas 25 familias, pero que no se limita solo a eso, ya que adicionalmente, se fortalecerá el resto de las actividades de turismo, transporte y la producción.

El Canal de Panamá ha identificado unos 329 acueductos rurales en comunidades de la Cuenca, con los cuales se pretende trabajar para optimizar su funcionamiento. Además de Quebrada Benítez, se trabaja en comunidades como Victoriano Lorenzo, Parará Purú y Tusipono Emberá.

La sostenibilidad se aborda desde los tres ejes descritos: económico, ambiental y social. Se identifica las oportunidades y se actúa en el mejoramiento de proyectos ecoturísticos, de acueductos rurales, métodos de producción y otra serie de actividades que buscan incentivar el desarrollo sostenible en las comunidades de la Cuenca.