Durante de periodo colonial hasta entrado el siglo XIX, el abastecimiento de agua de la ciudad de Panamá fue un asunto crítico en la cotidianidad. En el antiguo asentamiento de Panamá la Vieja, permanecen vestigios de aljibes construidos para abastecer de agua a sus habitantes. Hoy, es posible visitar el Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y observar el aljibe de las monjas de la Concepción. En aquellos tiempos, el agua era un negocio de los conventos.
Después de la destrucción de la primera ciudad de Panamá, esta se traslada a Ancón, donde el problema del agua persistía. La nueva fuente de agua se llamó Chorrillo del Ancón.
El Manantial del Rey
En entregas anteriores documentamos que la ciudad de Panamá – en su nuevo asentamiento de Ancón- y durante los primeros cuatro lustros del siglo XIX, no presentaba mayores cambios tras dos siglos de historia colonial.
Panamá la nueva, estrena su nuevo emplazamiento y nuevos problemas, como el abastecimiento permanente de agua para sus habitantes. Durante los primeros doscientos años, la ciudad padeció muchos incendios. Existen registros de tres fuegos en el siglo XVIII y siete en el siglo XIX. (Castillero, 2014).
En un plano que reposa en los archivos de la biblioteca Presidente Roberto F. Chiari del Canal de Panamá, es posible identificar la fuente de agua de la ciudad llamada El Manantial del Rey. El chorrillo de agua dulce que manaba de las laderas del cerro Ancón, era un manantial u ojo de agua, y además dio nombre al barrio icónico de El Chorrillo.
Historias por contar
Interesantes documentos fotográficos de finales del siglo XIX también registran la actividad aguatera desempeñadas por mujeres. En las historias no contadas de la ciudad, persiste un sesgo de género: eran mujeres esclavizadas de origen africano las que se encargaban de calmar la sed de los habitantes de la ciudad.
El canto poético
El Tratado Hay-Bunau Varilla hizo que la construcción del acueducto de la ciudad quedara consignado en el contrato de la construcción del Canal de Panamá. Este consistía en una tubería de hierro fundido de 16 pulgadas de diámetro y 16 kilómetros de longitud, que llevaba agua desde el reservorio del río Grande, cerca de Culebra, hasta la ciudad de Panamá y comunidades aledañas.
Este hecho hizo que el Manantial del Rey o El Chorrillo fuese clausurado. La histórica fuente dejó de abastecer a la ciudad a principios del siglo XX.
Amelia Denis de Icaza, en su poema Al Cerro Ancón, exclama con nostalgia en un verso que dice “¿Qué se hizo tu Chorrillo? Tu corriente al pisarla un extraño se secó, su cristalina y bienhechora fuente, en el abismo del no ser se hundió”. En los versos de Amelia, la construcción de acueducto por los norteamericanos causa que el Chorrillo desaparezca de la memoria.
En el más reciente episodio del podcast del Canal de Panamá, Así pasó, conversamos con el arqueólogo panameño Carlos Fitzgerald, quien devela secretos del antiguo Manantial del Rey. El mítico Chorrillo surge de nuevo entre las voces de los panameños, para seguir hilvanando nuestra historia perdida. Conversamos sobre su localización exacta y hablamos sobre las fuerzas que secaron su corriente y, posiblemente, responder ¿en cuál de los abismos del no ser se nos hundió?