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La Culebra Tigre, depredadora, veloz y voraz

El sol alcanzó su punto más alto sobre el bosque protector de Arraiján, en el borde oeste del Canal. Sus […]

El sol alcanzó su punto más alto sobre el bosque protector de Arraiján, en el borde oeste del Canal. Sus rayos atravesaron verticalmente el dosel de la selva, y se proyectaron con nitidez en el follaje. Entre luz y sombra, se movía una figura amarilla y negra, curveaba su cuerpo acomodándose a la forma de los árboles. Su lengua de dos puntas se agitó velozmente buscando la ubicación exacta de su presa. Se acercó poco a poco a un nido con tres pichones y, ¡zas!, se los tragó uno por uno.

Era una enorme culebra tigre, ni más ni menos. La culebra tigre es una depredadora de gran tamaño que habita los bosques de la cuenca del Canal y se extiende por toda la geografía del istmo. Es en extremo veloz, se desplaza ágilmente y caza tanto al nivel de la tierra como en los árboles. Su patrón de coloración es variable. Generalmente, presenta diseños irregulares color amarillo y negro brillante, semejando las rayas de un tigre. Esto le brinda un camuflaje muy eficiente, ya que rompe el contorno de su figura.

La culebra tigre

Su tamaño más común es entre uno y dos metros, y su longitud máxima es de 2.6 metros; aunque algunos afirman que llega hasta tres metros.

La culebra tigre puede tener una disposición esquiva, pero ante la presencia de un intruso, activa un agresivo despliegue defensivo. Agita su cola rápidamente, eleva su cabeza, infla el cuello y abre la enorme boca en una pose intimidante. Adicionalmente, produce un siseo, exhalando el aire de sus pulmones. Y si todo esto no espanta al intruso, tira a morder varias veces y lo persigue, incluso hasta puede dar golpes con la cola. Si te encuentras con una, mucho cuidado, si no actúas rápido ¡puede que no salgas bien librado!

Nombre científico: Spilotes pullatus. La culebra tigre no es venenosa, pero igualmente es de cuidado porque puede morder con sus afilados dientes y causar una seria infección. Como caza principalmente roedores, es beneficiosa como control biológico. Consume, además, ardillas, murciélagos, aves (adultos, pichones y huevos), y una que otra rana y lagartija. Pone hasta 12 huevos y sus crías miden unos 50 centímetros al nacer.

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