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El poder de la preparación técnica

La pandemia ha tenido como característica común, el interés por innovar. En el caso de la educación, el reto de encontrar nuevas formas de educar obliga a este sector a observar las experiencias positivas que hacen parte de la historia de Panamá.

Cuando el 3 de septiembre de 2007 fueron oficializados los trabajos de ampliación del Canal de Panamá con la detonación de tres cargas explosivas en el lado Pacífico de la vía acuática, la historia de nuestro país tuvo un contraste significativo comparado con la construcción del Canal en manos estadounidenses.

Para ese entonces, el 1.2 % de la fuerza laboral era nacional, el resto, importada. Con la ampliación, el 90 % era panameño y el resto, extranjero. Fueron más de 40 mil trabajadores los que participaron de esta majestuosa obra que hoy sirve al comercio marítimo mundial.

El éxito no fue producto de la casualidad. La gente estaba preparada para innovadoras tareas técnicas, sin precedente alguno: desde ayudante general, pasando por operador de equipo pesado, hasta explosivistas. La fuerza laboral que trabajó en la construcción de la nueva vía tuvo una capacitación técnica profesional que le cambió la vida significativamente.

Juan Planells
Juan Planells ha dedicado su vida a la administración de empresas públicas y privadas, a la ingeniería civil y a la educación.

Juan Planells, exdirector del Instituto Nacional de Formación Profesional para el Desarrollo Humano (Inadeh), y ahora rector de la Universidad Católica Santa María La Antigua (Usma), recuerda la alianza estratégica que se hizo con el Canal de Panamá para satisfacer la demanda de técnicos especializados. “En ese entonces trabajamos fuertemente para elaborar planes educativos para contar con la cantidad y calidad de técnicos que se requería para la ampliación y, además, alcanzar la certificación internacional de quienes se capacitaron”, recuerda.

Formación paralela al crecimiento económico

El caso de la ampliación demostró el valor la preparación técnica que por mucho tiempo ha sido subvalorada. José Alejandro Rodríguez, reconocido joven que ha participado en proyectos educativos de ciencia y tecnología y cofundador de la plataforma Ayudinga, afirma que “muchos piensan que los técnicos (profesionales de carreras técnicas) están hechos para quienes no pudieron salir adelante. Ese ´chip´ hay que cambiarlo. Son muchos los casos de profesionales técnicos que han abastecido a su familia increíblemente…hasta son mejor remunerados que aquellos con formación universitaria. La perspectiva se rompe con la experiencia y sin duda, los técnicos están forjando el futuro del país”.

Asimismo, Planells nos comenta que “ver la formación técnica como de segunda categoría es un gravísimo error. Actualmente, por cada técnico que se forma hay siete profesionales, cuando la relación debe ser inversa. La mayoría de los proyectos requiere más técnicos capacitados, y para ello, el Estado debe invertir en centros educativos, así como en planes atractivos y actuales para balancear esa relación”.

Ambos expertos, desde sus esferas, coinciden en que la educación superior (técnica o la universitaria) debe elevar su perfil para crear agentes críticos que ayuden al desarrollo económico nacional. Para ello, hacen énfasis en las habilidades de liderazgo para formar profesionales integrales al servicio de Panamá.

El poder de la preparación técnica - El Faro - Canal de Panamá
Actualmente más de 5 mil colaboradores del Canal realizan trabajos tércnicos.

Educación y Covid-19

La pandemia ha traído a la palestra pública al menos dos consecuencias notables en materia educativa: reducción en el alcance y accesibilidad. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el mundo más de 1,370 millones de estudiantes (incluyendo los más de 156 millones en Latinoamérica) interrumpieron su educación para reducir el contagio de la Covid-19. De estas cifras, los grupos sociales más vulnerables no tienen los medios ni los recursos para beneficiarse de las clases virtuales, lo que acentúa más la brecha de desigualdad en la calidad de la educación.

En esta dirección, Rodríguez sostiene que la pandemia “demostró las grandes deficiencias en nuestro sistema educativo. Todos los estudiantes de nuestro país deben recibir las mismas herramientas para que puedan lograr sus metas, ayudar a la familia y proveer a la sociedad. La educación debe ser un nivelador social y no un perpetuador de la inequidad.”

La educación virtual, en condiciones óptimas, permite la internacionalización de los saberes y el intercambio más expedito y eficiente del conocimiento. Tal como la presencial, la formación a distancia también debe ser integral y de calidad. Pero quedan tareas pendientes que requieren de creatividad, como lo son la efectividad en la combinación virtual y técnica, así como ajustar los planes educativos a la realidad nacional.

 

José Alejandro Rodríguez, Ayudinga
José Alejandro Rodríguez fue cofundador de la organización Ayudinga, que ofrece clases virtuales gratis a estudiantes, y actualmente, es facilitador voluntario para jóvenes en conflicto con la ley.

Mientras tanto, los cambios tecnológicos y sociales que estamos experimentado llegaron para quedarse y la educación debe asumir su rol protagónico.

Experiencias positivas como la del Canal de Panamá con respecto a la capacitación técnica son un buen referente para mostrar al mundo, la capacidad de los panameños para administrar la ruta interoceánica y mantenerla vigente, a pesar de la crisis sanitaria que estremeció al mundo este 2020.

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