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El Canal y su legado de vigilancia epidemiológica

La pandemia de Covid-19 aporta un escenario perfecto para repasar la importancia de este científico estadounidense y la vigilancia epidemiológica en el Canal de Panamá.

En cualquier otro momento el aniversario de la muerte de William Gorgas pasaría inadvertido. Sin embargo, este año 2020 la pandemia de Covid-19 aporta un escenario perfecto para repasar la importancia de este científico estadounidense y la vigilancia epidemiológica en el Canal de Panamá.

Al igual que hoy con la Covid-19, durante la construcción del Canal, la búsqueda de la solución a la epidemia de fiebre amarilla fue compleja y no libre de polémica.  Gorgas y John Stevens, ingeniero jefe de la obra, se empeñaron en fumigar casa por casa y secar pantanos para erradicar al mosquito transmisor Aedes aegypti. Además, los científicos llegaron inocularse el virus para documentar su infección.

Así como lo fue en su construcción, el protocolo de vigilancia y control epidemiológico en el Canal es  parte de las operaciones diarias y su historia lo evidencia. La condición de ser un atajo marítimo preferencial va de la mano con un grado de exposición a los riesgos biológicos que ocurren en el mundo. Por eso, las medidas no se crean en la crisis, sino que forman parte de la cultura organizacional.

La administración panameña hereda y amplía el entendimiento de la salud como parte de las operaciones del Canal de Panamá y, en preparación para la transferencia, se aprobó en Junta Directiva el Reglamento de Sanidad y Prevención de Enfermedades Contagiosas, el  23 de septiembre de 1999.

Epidemias de memoria reciente

En 1991, se dio una epidemia de cólera que alcanzó a casi todos los países de América Latina, con excepción de Uruguay y las islas del Caribe. La enfermedad causada por la bacteria Vibrio cholerae provocó 775,190 casos entre 1991 y 1992.

El Canal y su legado de vigilancia epidemiológica
William Crawford Gorgas nació en Toulminville, Alabama el 3 de octubre de 1854 y murió el 3 de julio de 1920. Obtuvo fama mundial por ser el científico que venció a la fiebre amarilla y a la malaria en Estados Unidos, Cuba y Panamá.

Aun antes de detectarse el primer caso de cólera en Panamá, la planta  potabilizadora de Miraflores  tomó precauciones para enfrentar la posible aparición del Vibrio cholerae, enviando a  Bridget Warren, microbióloga de la planta, a  Atlanta, para ser adiestrada en su detección. La División de Salud Ocupacional ofreció material didáctico y charlas en los sitios de trabajo de la antigua Comisión.

El estallido de SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) ocurrió entre 2002 y 2003 en el sudeste asiático, se esparció por 29 países e infectó a 8 mil personas. Entre las medidas adoptadas estuvo el abordaje de las autoridades de salud nacional para investigar posibles casos y el uso de mascarillas y guantes por parte del personal canalero.

El Canal y su legado de vigilancia epidemiológica - El Faro

La epidemia de H1N1, un tipo de neumonía viral,  llegó a Panamá a principios del año 2009. El Canal de Panamá emitió directrices de protección a los agentes marítimos, dueños y operadores. Se requirió que los buques declarasen, antes de llegar a aguas del Canal, si atracaron en puertos ubicados en países identificados como  activos en casos de la fiebre porcina H1N1,  entre otras medidas, como la promoción del lavado frecuente de manos con agua y jabón o en su defecto con gel alcoholado, evitar saludos con besos y apretones de mano, evitar contacto con personas enfermas y la aglomeración de personas.

Luego, en diciembre de 2013, se registró el brote del ébola en Guinea y se convirtió en una emergencia internacional en Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, Estados Unidos, España, Malí y el Reino Unido. El Canal mantiene contacto con la Unidad de Sanidad Marítima del Ministerio de Salud y se acuerda que esta oficina es la única autoridad responsable de investigar y otorgar accesos a embarcaciones con sospechas o casos confirmados de ébola.

La pandemia de hoy

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia sanitaria de preocupación internacional por la rápida expansión del nuevo coronavirus  en marzo de 2020.  Desde entonces, la humanidad ha experimentado una avalancha de cambios. Las estrictas medidas para evitar los contagios han impactado al Canal de Panamá. La vigilancia epidemiológica que mantiene como parte de su normalidad se adaptó a las circunstancias particulares de esta pandemia.

El Canal y su legado de vigilancia epidemiológica - El Faro
Apoyado en la ciencia recopilada por el cubano Carlos Finlay, Gorgas puso en marcha un plan que salvaría la construcción del Canal de Panamá con medidas sanitarias que sobrepasaban los límites del Canal.

“A mediados de abril iniciamos las evaluaciones de los colaboradores que habían dado positivo o estado en contacto con personas positivas y que retornaban a sus puestos de trabajo”, narra Ariel Zeballos, médico ocupacional del Canal.

Se diseñó un protocolo para atender específicamente a este personal con todas las medidas de bioseguridad requeridas, evitando así que personas asintomáticas entraran a trabajar. La eficacia de esta medida se aplicó entonces al retorno masivo de colabores que se integraban a su trabajo desde sus casas y/o el teletrabajo en el mes de junio. Eso llevó a que se aplicara pruebas serológicas a toda la fuerza laboral por medio de estaciones fijas y móviles.  Además, se aprovechó la oportunidad para colocar la vacuna de la influenza estacional.

Zeballos señala la concordancia de las medidas con lo dictaminado por el ente rector de la salud nacional que es el Ministerio de Salud y destaca, además, la cooperación entre diversas oficinas del Canal. “La cooperación con el área de mantenimiento fue crucial”, porque ellos fabricaron las pantallas de plexiglás para las estaciones, entre otros elementos. Uno de los retos fue coordinar las citas de cada colaborador y organizar el flujo; la puntualidad fue esencial porque las pruebas fueron cronometradas.

El Canal y su legado de vigilancia epidemiológica

Se diseñó un protocolo para determinar las acciones a tomar en caso de que en alguno de los puntos de entrada del Canal alguien presentara  fiebre. El Centro de Manejo de Crisis coordina los traslados de estos casos con vehículos modificados para ello.

Las epidemias son parte de la humanidad. Cuando aparecen provocan cambios profundos en  nuestro entendimiento de la salud, específicamente, la salud laboral. La incorporación de la ciencia desde la construcción del Canal acabó con el drama causado por las muertes de la fiebre amarilla a principios del siglo XX.

Aunque hayan pasado 100 años desde que William Gorgas abandonara este mundo,  su empeño en convertir la teoría en práctica dejó marcas indelebles en la cultura canalera.  Hoy, en medio de la pandemia de Covid-19, su legado es más relevante que nunca.

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