Centroamérica, incluyendo a Panamá, es considerada una de las regiones más vulnerables a los impactos de este fenómeno debido factores como su posición geográfica.
Nuestro país, consciente de estas circunstancias, firma y ratifica el Protocolo de Kyoto, el 18 de junio de 1998 y el 30 de noviembre de 1998, respectivamente. El Protocolo se adopta con el objetivo de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos 5 % con respecto a los niveles de 1990, en el período 2008 – 2012. Además, define en su artículo No.12 el diseño del mercado de carbono, estableciendo objetivos cuantificados de reducción de emisiones.
Panamá, signatario del Protocolo de Kyoto, participa del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), uno de los mecanismos de flexibilidad regulados por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). Los proyectos registrados en el MDL ganan un título de Certificación de Reducción de Emisiones (CER) por cada tonelada de CO2 equivalente que logren reducir, calculadas utilizando el potencial de calentamiento de la Tierra.
Con el MDL, Panamá, desarrolló un proyecto líder en el mercado marítimo mundial y reafirmó su compromiso ante la lucha climática global. Según la Segunda Comunicación ante la CMNUCC, el proyecto de ampliación del Canal de Panamá se registró como un MDL con un alto potencial de reducción de emisiones de CO2 equivalentes anuales.
Las nuevas esclusas permiten el tránsito de naves más grandes, en una ruta más corta, reduciendo el consumo de combustible, por consiguiente, sus emisiones globales de CO2.
Según la Estrategia Nacional de Cambio Climático 2050, la ruta verde del Canal de Panamá prevé las siguientes reducciones de emisiones de CO2:
- 9.62 millones de toneladas en el 2016
- 15.67 millones de toneladas en el 2021
- 20.36 millones de toneladas en el 2026
En general, la sumatoria de todas las proyecciones genera una reducción de más de 160 millones de toneladas de CO2 durante los 10 primeros años (2016-2026) de operación del Canal ampliado.
El Canal de Panamá ha considerado otras fuentes de emisión como la generación eléctrica procedente de energías fósiles, flota marítima (remolcadores, lanchas y otros), flota vehicular y viajes en avión.
De igual manera, dispone de actividades de compensación como la agroforestería/reforestación que comprenden incentivos económicos ambientales y la conservación de áreas con cobertura boscosa bajo REDD+.
Un marco voluntario creado por la CMNUCC y REDD+ orienta las actividades del sector forestal para que reduzcan las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal, así como el manejo sostenible de los bosques, la conservación y mejora de las reservas de carbono forestal en los países en desarrollo.
Según la Estrategia Nacional de Cambio Climático, el Canal de Panamá, en sus acciones de mitigación, que comprenden la intervención antropogénica para reducir las fuentes o mejorar los sumideros de GEI, dispone que su mitigación de C02 para el año 20015 fue de 9.6, incrementando a 15.7 para el año 2020 y se prevé que para el año 2025 sea de 20.4.
Desde la inauguración de la ampliación, el 26 de junio del 2016, el Canal de Panamá ha aportado significativamente en la reducción de emisiones mundiales. Sin embargo, estos esfuerzos, no son suficientes. Un informe especial del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) publicado en el año 2018, estima que las actividades humanas han causado un calentamiento global de aproximadamente 1.0°C con respecto a los niveles preindustriales.
Estamos viviendo impactos del aumento de la temperatura en 1.0°C, fenómeno del que no escapa la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá, que presenta una alta demanda del recurso hídrico para satisfacer diversos servicios y está siendo impactada por la variabilidad de la precipitación.
Datos del Canal de Panamá indican que, para en el año 2019, se registró una reducción del 20 % de las lluvias en la Cuenca, lo que llevó a la vía acuática a tomar medidas, como suspender la generación de energía limpia en la hidroeléctrica de Gatún.
El desafío de lograr la ambición climática, reducir la vulnerabilidad y promover el desarrollo sostenible dependerá de las decisiones y planificaciones a corto y largo plazo.
Los tomadores de decisión tienen la responsabilidad en sus manos de adoptar medidas de adaptación y mitigación necesarias y urgentes para afrontar el cambio climático de manera holística y lograr el desarrollo sostenible en el país.
La autora es presidenta de la organización Jóvenes Frente al Cambio Climático de Panamá.