Vertidos: una inversión y no un desperdicio
El 2025 ha sido un año de lluvias excepcionales. Como resultado, los lagos Gatún y Alhajuela —reservas estratégicas de agua […]
El 2025 ha sido un año de lluvias excepcionales. Como resultado, los lagos Gatún y Alhajuela —reservas estratégicas de agua para el Canal de Panamá— se encuentran próximos a alcanzar su nivel máximo operativo. Esta situación nos coloca ante la necesidad de realizar vertidos controlados para proteger a las comunidades, la infraestructura canalera, al personal y asegurar la continuidad de las operaciones.
Para algunos, estos vertidos podrían interpretarse como un desperdicio. Sin embargo, lejos de eso, representan una decisión técnica que busca administrar el recurso de forma responsable. En un escenario de abundancia, lo que hacemos es invertir en la calidad del agua para asegurar que sus beneficios continúen llegando a todos.
Ayax Murillo, gerente de Hidrología del Canal, lo explica con claridad: los lagos tienen una capacidad limitada y debemos trabajar dentro de ella. Por eso, los vertidos son una práctica planificada que permite mantener niveles seguros, especialmente en estas semanas históricamente marcadas por las mayores precipitaciones en la Cuenca.

Pero persiste la pregunta: ¿se desperdicia el agua?
La respuesta es no. Como insiste Murillo, esta acción no significa “botar” el agua; por el contrario, forma parte de una gestión estratégica que genera valor. Los vertidos contribuyen a:
- Renovar el agua: Durante la sequía 2023–2024, la escasez obligó a almacenar por más tiempo, lo que, aunque mínimamente, impactó su calidad. Hoy, los vertidos permiten reemplazar ese volumen por agua fresca, oxigenada y con menos sedimentos, asegurando su potabilidad para más del 50% de la población, así como su uso eficiente para las operaciones del Canal.
- Producir energía limpia: En 2025, el Canal cubrió el 100% de su demanda eléctrica con energía hidroeléctrica generada en Gatún y Madden, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad.
- Manejar los sedimentos del lago Alhajuela: A través de un operativo especializado se permite el tránsito de la Corriente de Densidad (un caudal cargado de sedimentos debido a las intensas lluvias que se registran en este tiempo) mediante la apertura de las compuertas de fondo de Madden. Esto facilita el paso de estos materiales hacia Gatún, donde la capacidad del Lago y su sistema de manejo mitigan cualquier impacto.
Protección y seguridad
El pasado 30 de octubre inició la Temporada de Control de Inundaciones 2025–2026, un operativo conjunto que abarca acciones tanto en el Canal como en las comunidades aledañas, especialmente aquellas con mayor vulnerabilidad. Los vertidos preventivos forman parte de las actividades habituales de noviembre y principios de diciembre, periodo tradicionalmente más lluvioso en la Cuenca.
La temporada incluye protocolos estrictos para proteger a las comunidades, la infraestructura y la navegación. Un equipo especializado monitorea las condiciones climáticas las 24 horas del día, los siete días de la semana, preparado para responder ante cualquier evento extremo. Además, junto con las entidades nacionales de seguridad, se realizan simulacros comunitarios para fortalecer los protocolos en caso de vertidos de mayor magnitud.

Preparados para la temporada seca
Los lagos del Canal se encuentran cerca de su nivel operativo máximo, la meta anual que permite atender las necesidades de la población —más del 50% del país— y de los usuarios de la vía interoceánica. Aunque hoy trabajamos para manejar el exceso de agua, el Canal también se prepara para la temporada seca mediante una estrategia hídrica operativa ajustada a partir de los desafíos climáticos recientes. Su objetivo es optimizar el uso de cada metro cúbico, asegurar el abastecimiento y mantener la operación cuando las lluvias disminuyan.
Mirando al futuro
El cambio climático y el crecimiento poblacional exigen nuevas fuentes de agua y mayor capacidad de almacenamiento. Por ello, el Canal impulsa el proyecto del lago Río Indio, clave para garantizar la disponibilidad del recurso durante los próximos 50 años, tanto para el consumo humano como para la operación canalera.
Durante los primeros 25 años bajo administración panameña, el Canal ha aportado B/.28,266 millones al Tesoro Nacional, recursos que se traducen en obras públicas, subsidios y programas sociales. Para sostener esta contribución y la competitividad de la vía interoceánica, resulta fundamental avanzar en este proyecto.
El lago Río Indio forma parte de la visión de futuro del Canal, y existe un compromiso inquebrantable: asegurar que en su desarrollo se respeten plenamente los derechos de las comunidades y se cumplan rigurosamente todas las normas ambientales aplicables.
