Vilipendiada, temida y algo mitificada, la Equis es la más abundante y peligrosa de todas las víboras del país. Su nombre recapitula relatos de terror avivados por el imaginario colectivo. Los agricultores y trabajadores que laboran en áreas boscosas evitan su presencia a toda costa, saben que su mordida puede ser mortal. Nadie quiere encontrarse con una agresiva Equis en el camino, por lo que una buena porción de respeto y miedo caen en el rango de lo razonable.
Su distribución es muy amplia, ocupa una variedad de hábitats, y está presente en los bosques de la cuenca del Canal. Posee un excelente camuflaje y fácilmente se hace invisible entre las hojarascas. Cuando la Equis muestra su lado agresivo, se mueve muy rápido. Su ataque es en extremo veloz e impredecible, no hay tiempo para reaccionar.
Aunque este depredador es un buen control biológico de roedores, es indiscutible que por su potente veneno, la Equis es una víbora que representa un factor de alto riesgo para los que realizan actividades en bosques y herbazales. Es fundamental seguir las recomendaciones de seguridad en todo momento.
Éstas se resumen en utilizar equipo de protección personal apropiado, inspeccionar el área antes de realizar tareas en exteriores y estar vigilante en todo momento. Panamá presenta la mayor incidencia de mordeduras de serpientes en la región latinoamericana, por lo que debemos hacer énfasis en la prevención de accidentes ofídicos.
El lado menos negativo y prometedor surge de recientes estudios que revelan que ciertas toxinas presentes en el veneno de la víbora Equis, contienen moléculas bioactivas que tienen efecto antibiótico y antifúngico, y además no crean resistencia en el cuerpo humano. Por su valor en la salud pública, estas moléculas podrían ser clave para el desarrollo de productos farmacológicos destinados al tratamiento de infecciones que no respondan a medicamentos convencionales. Pequeños aportes como este, podrán acercar a esta temida víbora al umbral de su redención.
- Nombre científico: Bothrops asper
- Datos: Se le conoce también como Terciopelo. Su tamaño promedio es de 1.20 a 1.80 metros. Pueden crecer algo más de 2.50 metros.
- Es cazadora nocturna y se alimenta de pequeños mamíferos como roedores, conejos de monte, también aves, lagartijas y anfibios. Es vivípara y muy fértil (pare alrededor de 80 crías). Posee enormes colmillos. Su veneno destruye la sangre y daña tejidos del cuerpo.