El Canal de Panamá cierra el año fiscal 2020 este 30 de septiembre alineado a su visión de ser líder de la conectividad e impulsor del progreso de Panamá, a pesar de los enormes retos vividos.
Hace 12 meses, en septiembre de 2019, las perspectivas se perfilaban prometedoras, con un incremento en los tránsitos, la entrada de un nuevo administrador y el vigésimo aniversario de la transferencia del Canal a manos panameñas.
Ilya Espino de Marotta, subadministradora del Canal, lo describe como un año estilo “montaña rusa”, con momentos muy buenos y momentos muy difíciles. “Fue un buen año hasta marzo cuando golpeó la pandemia, y tuvimos que reducir la fuerza laboral en sitio para no parar el Canal”.
Siguiendo la dirección del Gobierno Nacional a través de Ministerio de Salud, se detuvo los trabajos de mantenimiento y envió de vacaciones a todos los colaboradores administrativos no críticos para la operación.
Se creó el centro de control de crisis y habilitó 800 instalaciones a lo largo del Canal para garantizar el retorno laboral seguro. En total, el gasto en insumos, como gel alcoholado, mascarillas, entre otros, y las adecuaciones. sumó unos B/.33 millones.
Los impactos en el mercado se pueden apreciar también en el comportamiento por tipo de buque. Mientras que el tráfico de portacontenedores se mantuvo estable, los buques de cruceros y los portavehículos se detuvieron casi por completo.
“Empezamos a ver un impacto en la segunda mitad de mayo y llegamos a tener días con 25 tránsitos diarios, luego junio y julio fueron meses muy bajos”, explica Víctor Vial, vicepresidente de finanzas. “En la medida en que la demanda sea afectada por la Covid-19, los tránsitos se verán impactados”, añadió.
Sin embargo, en los meses finales del ciclo fiscal se observó un repunte en los tránsitos de hasta 36 cruces diarios.
Medidas de agua
Otro reto lo impuso el agua. La variabilidad climática obliga al Canal a buscar mejores maneras de administrar correctamente este líquido. “Un área de crecimiento fueron las medidas de ahorro de agua con esclusajes cruzados en las esclusas panamax y el uso de las tinas de reutilización en las neopanamax, así como también los resultados positivos del cargo por agua dulce” señala la subadministradora.
Este año también arrancó un acuerdo con la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) para la investigación de temas hídricos y además, fue publicado el pliego para la precalificación de los interesados en participar como proponentes de la licitación para el diseño, construcción y puesta en ejecución de un sistema optimizado de administración del recurso hídrico.
El propósito es asegurar la disponibilidad de agua para el consumo humano y las operaciones, así como la competitividad de la vía interoceánica en el corto, mediano y largo plazo. En palabras de Espino de Marotta, “este es el proyecto más importante para el futuro del Canal de Panamá”.
Lecciones
La subadministradora destaca el tránsito de los cruceros Zaandam y Róterdam, el 30 de marzo. “Ese fue el pico alto de esta montaña rusa. Este acto de amor al prójimo de los colaboradores nos llenó de optimismo y esperanza”.
El cierre del año no significa el fin de los cambios bruscos. La pandemia de Covid-19 continúa impactando al mercado global y local.
Víctor Vial afirma que el Canal va a “seguir trabajando como lo hemos hecho esto meses: enfocados en nuestra productividad, eficiencia y confiabilidad. Debemos asegurarnos que gastamos e invertimos con conciencia y seguir pendientes de la recuperación de la economía mundial”.