Tratamiento de aguas residuales: Un pilar para la sostenibilidad del Canal de Panamá
Por: Lumir Calvo,
Víctor Acevedo y
Maximiliano Espinosa
El Canal de Panamá, a través de su Política Ambiental, reafirma su compromiso con la conservación del medio ambiente y la protección de los recursos hídricos, promoviendo la adecuada gestión y tratamiento de las aguas residuales. Esta gestión es clave para salvaguardar la salud pública, reducir el impacto en los ecosistemas y preservar la calidad del agua.
Una de las principales medidas adoptadas para garantizar la calidad del recurso hídrico es la operación de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Estas instalaciones eliminan los contaminantes presentes en el agua proveniente de actividades humanas, permitiendo su reutilización o su retorno seguro al medio ambiente. Las PTAR utilizan procesos físicos, químicos y biológicos que hacen posible su uso posterior en sectores como la agricultura o la industria.
El tratamiento de aguas residuales representa importantes beneficios, pero también desafíos que requieren un enfoque integral. Este debe incluir educación ambiental y el fortalecimiento de la cultura organizacional en todos los niveles, a fin de asegurar una gestión sostenible del recurso hídrico.
El cumplimiento de normas técnicas es esencial en este proceso. En ese sentido, las regulaciones de la Comisión Panameña de Normas Industriales y Técnicas (COPANIT) y el Convenio MARPOL (Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques) garantizan que las PTAR operen bajo estándares ambientales nacionales e internacionales. COPANIT establece los requisitos técnicos para proteger la salud y el ambiente en las instalaciones en tierra firme, mientras que MARPOL regula la prevención de la contaminación marina producida en los equipos flotantes equipadas por PTAR.
Importancia de las PTAR
- Eliminan contaminantes como metales pesados, nutrientes excesivos y sustancias tóxicas, previniendo la degradación de ríos, lagos y océanos. La reducción de la carga contaminante en los cuerpos de agua naturales ayuda a mantener la biodiversidad y la salud de los hábitats, promoviendo un equilibrio ecológico sostenible.
- La reutilización del agua tratada es una estrategia efectiva para la conservación de los recursos hídricos reduciendo la demanda sobre las fuentes de agua dulce, aliviando la presión sobre los acuíferos y los sistemas de agua superficial, y contribuyendo con una gestión más sostenible del recurso hídrico.
- La eliminación de patógenos y contaminantes del agua residual es esencial para la salud pública, debido a que reducen significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, la hepatitis y la disentería.
- Permiten la recuperación de recursos valiosos, como el biogas, que pueden ser utilizado como fuente de energía renovable, contribuyendo con la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y a la mitigación del cambio climático.
- Promueven la sostenibilidad al reciclar y reutilizar el agua, apoyando a una economía circular. Estas instalaciones fomentan la conciencia ambiental y la educación sobre la importancia de la gestión adecuada del agua.
Desafíos de las PTAR
La Unidad de Cumplimiento Ambiental (HI-C) desarrolla el programa de Monitoreos de Aguas Residuales con el objetivo de verificar el cumplimiento de las normas ambientales establecidas, así como para establecer controles operacionales y promover la mejora continua. Sin embargo, los programas de seguimiento y calidad de las aguas residuales enfrentan muchos desafíos, entre ellos:
- Reconocer la oportunidad de fortalecer y ampliar las infraestructuras de tratamiento de aguas residuales es fundamental para garantizar una gestión adecuada que proteja la salud pública y preserve los ecosistemas. Invertir en sistemas modernos, eficientes y resilientes permitirá reducir significativamente la descarga directa de aguas sin tratar, promoviendo un entorno más saludable, seguro y sostenible para las presentes y futuras generaciones.
- Las PTAR no siempre logran eliminar eficazmente los contaminantes emergentes, como productos farmacéuticos, microplásticos y ciertos compuestos químicos industriales. Esta limitación resalta la necesidad de desarrollar e incorporar nuevas tecnologías y métodos de tratamiento que permitan una gestión más integral y efectiva de estos contaminantes, en línea con los avances científicos y los estándares ambientales actuales.
- La operación eficiente de las PTAR requiere personal capacitado y con conocimientos técnicos especializados. La falta de capacitación adecuada puede llevar a una operación ineficiente y a problemas de calidad del agua tratada.
- El cambio climático está aumentando la frecuencia y severidad de eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, que pueden afectar la capacidad de las plantas de tratamiento para operar de manera efectiva
El desarrollo continuo en el campo del tratamiento de aguas residuales está llevando a soluciones cada vez más eficientes y accesibles con un enfoque integral que incluye la inversión en infraestructura, la capacitación del personal y la promoción de políticas de reutilización y economía circular, contribuyendo significativamente a un futuro más limpio y sostenible.
La Unidad de Cumplimiento Ambiental realiza una evaluación rigurosa de los resultados de laboratorio relacionados con las descargas de efluentes generadas por las PTAR, con el fin de ajustar procesos y asegurar que los parámetros se mantengan dentro de los límites establecidos por las normas ambientales vigentes.
Para fortalecer este proceso, se ha conformado un equipo técnico especializado encargado de capacitar, inspeccionar, recomendar y brindar apoyo a los equipos responsables de la operación de las PTAR. Este equipo vela por el cumplimiento de los estándares establecidos en la normativa COPANIT y en el Convenio MARPOL.
Este enfoque integral no solo garantiza el cumplimiento regulatorio, sino que también fomenta prácticas operativas sostenibles y eficientes, orientadas a la protección del ambiente y a la mejora continua del desempeño ambiental del Canal de Panamá.