Por Daniel Domínguez Z.
Especial para El Faro
Ante un público que ocupaba cerca de la totalidad del vestíbulo del Museo del Canal Interoceánico, cuatro voces expusieron sobre los retos de Panamá desde la perspectiva de la crisis migratoria y la emergencia climática: el periodista Jon Lee Anderson (Estados Unidos), el explorador y naturalista Wade Davis (Canadá), la experta en cambio climático Ligia Castro (Panamá), el administrador del Canal de Panamá Ricaurte Vásquez, y la abogada Lina Vega (Panamá) como moderadora.
En esta ronda de pensamientos y reflexiones (que formó parte de la programación del Hay Fórum Ciudad de Panamá, realizado el 23 y 24 de enero) Jon Lee Anderson expresó que Panamá, por ser un país nacido hace poco más de un siglo, ha tenido que buscar su identidad y la ha encontrado en el Canal, en su diversidad de culturas, en su aspecto fenicio, por la actividad bancaria, y que el istmo también es una especie de Casablanca donde llegan hombres y mujeres de todas partes del mundo.
Para explicarlo mejor, Anderson recordó que cuando vivió en El Salvador y necesitaba hablar con los guerrilleros, le tocaba subir hasta las montañas. En cambio, en Panamá siempre logró hablar con gente de todo el planeta porque es una tierra neutral, lo que tiene su lado negativo y positivo a la vez, agregó.
“Ese es el desafío de Panamá, un país siempre en busca de su destino”, señaló Anderson, quien es cronista permanente de The New Yorker desde 1998 y uno de los miembros del consejo rector de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (creado por Gabriel García Márquez).
Las oportunidades son enormes
La intervención de Ricaurte Vásquez empezó con una declaración de identidad, afirmando que “Panamá tiene un ser, un alma, que somos Panamá con el flujo de personas y con el flujo de recursos; eso es lo que somos y así recibimos el Canal”.
“En ese no saber quiénes somos hemos perdido la brújula (…) me preocupa una cultura de mendicidad, y no solo económica, sino una mendicidad de no saber quiénes somos (…) y si no sabemos de dónde venimos, se pierde el rumbo”, añadió Ricaurte Vásquez, quien tiene un doctorado en Economía Empresarial y maestría en Ciencias en Investigación de Operaciones y Estadística del Rensselaer Polytechnic Institute (Estados Unidos).
Sobre el funcionamiento del Canal de Panamá, destacó la labor que se hace con las personas que viven en la Cuenca, a quienes se les ha dado un trabajo y no un subsidio. Mencionó el ejemplo de los productores de café que ahora afirman que ‘venden’ café en lugar de decir que les ‘compran’ café.
Ricaurte Vásquez también se refirió al problema del agua, acepta que existe carestía de este recurso y explicó las acciones que el capital humano lleva a cabo, enfatizando el nivel de detalle con que se trabaja en cada uno de los procesos, como, por ejemplo, la medición de la salinidad del agua y su efecto en el funcionamiento de las esclusas.
“Las oportunidades que tenemos son enormes, pero demandan un cambio de cultura”, acotó el administrador de la vía interoceánica. Aseguró que el Canal está formando un capital humano de la más alta calidad.
Luchar por la naturaleza
La experta en cambio climático y directora de la oficina gubernamental que atiende este tema, Ligia Castro, indicó que la entidad que ella lidera ha actualizado los datos sobre los efectos del cambio climático y los han divulgado ampliamente, no solo entre la comunidad académica, sino entre la empresa privada y el sector financiero, quienes desempeñan un papel fundamental en el manejo de la crisis climática.
Para Wade Davis, una manera de buscar la identidad del país es cuando los ciudadanos salen a luchar por la naturaleza. “Para mí, Panamá es el puente del mundo, Panamá es naturaleza”, subrayó el escritor y explorador, quien recordó que en 1974, pasó diez días explorando el Darién profundo, en medio del monte, sin comer, hasta que llegó a un sitio en donde se encontró con obreros que construían una carretera y le brindaron comida.
A Wade Davis le parece sorprendente que, ahora mismo, esa misma selva sea lugar de paso para miles de migrantes que a pie tienen la mirada clara puesta en conquistar el sueño americano.
A la primera edición del festival Hay Fórum Ciudad de Panamá (23 y 24 de enero) asistieron más de 1,500 personas convocadas por el interés hacia diversos temas como el ambiente, literatura, educación, fotografía, derechos humanos, historia, periodismo y economía, entre otros.