Un año de máximo calado: un hito histórico
El pasado 15 de agosto, mientras celebrábamos 111 años de operación continua, alcanzamos un hito que marca un antes y […]
El pasado 15 de agosto, mientras celebrábamos 111 años de operación continua, alcanzamos un hito que marca un antes y un después en nuestra historia: más de 12 meses consecutivos ofrecimos el máximo calado permitido para los buques neopanamax, sin necesidad de ajustes.
¿Qué es el calado?
El calado es la profundidad que alcanza la parte sumergida de un buque desde la línea de flotación hasta el punto más bajo del casco. En términos prácticos, determina cuán cargado puede estar un barco al transitar por el Canal. Un mayor calado significa que los buques pueden transportar más carga, lo que se traduce en mayor eficiencia logística y menor impacto ambiental, al reducir el número de viajes necesarios.
Desde la inauguración de la ampliación en junio de 2016, nunca se había sostenido el calado completo de 50 pies (15.24 m) durante toda una temporada seca. Este logro refleja el compromiso del Canal con la gestión hídrica eficiente, la disciplina operativa y una visión de sostenibilidad que guía cada decisión.
Un escenario hídrico favorable
Desde inicios de 2025, se registra un excedente hídrico relativo en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP). Las condiciones hidrometeorológicas locales y globales sugieren que el último cuatrimestre del año (septiembre a diciembre) podría mantener niveles elevados de humedad en la región. Además, el enfriamiento progresivo del Pacífico tropical incrementa la probabilidad de un evento La Niña, lo que podría traducirse en lluvias por encima del promedio.
Gracias a este escenario, las proyecciones hidrológicas indican que será posible sostener el máximo calado vigente de 50 pies hasta bien entrada la temporada seca de 2026, preliminarmente hasta marzo. No obstante, el Canal mantiene una vigilancia permanente mediante el Balance Hídrico horario y el manejo estratégico de los niveles en los embalses Gatún y Alhajuela.
Este enfoque proactivo reafirma la importancia de una gestión anticipada y responsable del recurso hídrico, incluso en un año como 2025, con aportes cercanos al promedio histórico en la CHCP.