Los censos de población y vivienda 2020 en Panamá, culminados este año 2023, nos revelan asuntos interesantes. Datos públicos indican que fueron censados más de 4 millones de panameños, aproximadamente el 90 % de los habitantes de Panamá. El ejercicio censal logró que se abrieran las puertas de 1,537,183 hogares panameños. La información definitiva la ofrecerá en los próximos meses el Instituto Nacional de Estadísticas de la Contraloría General de la Nación (INEC).
Con relación al tema de etnicidad, el censo presenta una información interesante:
Respondiendo a la pregunta nueve del cuestionario del Censo, el 31.7 % de la población se autorreconoció como afrodescendiente y el 17.2 % como población indígena.
¿Cómo llegamos a estas cifras?
El cuestionario para el censo incluyó en la pregunta nueve una variable étnica. El autorreconocimiento quedó a discreción del encuestado.
Esta pregunta escudriñó, desde la autopercepción, el reconocimiento personal como descendiente de antepasados negros o bien por costumbres o tradición. De la población nacional censada, un 47.2 % se autorreconoce como negra o indígena. En otras palabras, un poco menos de la mitad de la población de Panamá, se percibe no blanca. Este dato es importante, pues en el ejercicio censal del año 2010 el número de población que se autorreconoció como población afro, alcanzó el 9.2 % de la población del país.
El aumento de población panameña que se autorreconoce como población afro en el censo 2020 es resultado, entre otras acciones, de una campaña de educación y sensibilización que lideró la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afropanameños (SENADAP) con apoyo de las instituciones y contribución de voluntariados.
Censos, afrodescendencia y comunicación interoceánica
Se sabe de los primeros ejercicios censales en el territorio de Panamá que ocurren para el año de 1607. En ese censo, la población empadronada arrojó un numero de 12,000 habitantes en todo el istmo, con 5,708 personas residiendo en la ciudad de Panamá. El 70 % de la población panameña, que habitaba en Panamá La Vieja, era de origen africano. Durante el período colonial, la presencia de personas esclavizadas de origen africano era notoria en todo el territorio nacional.
La segunda migración afro ocurre durante la construcción del ferrocarril, luego para el canal francés, y culmina con otra oleada de afroantillanos que trabajaron para el canal norteamericano. No entraremos en números, sino en otros aspectos cualitativos de la multiculturalidad, que es distintiva entre los panameños. Podríamos decir que somos mayoritariamente afrodescendientes, bien directamente por herencia étnica, como por herencia cultural.
Tanto la construcción como la operación de los caminos coloniales transístmicos fueron una realidad gracias a la participación mayoritaria de mano de obra de origen africano. Estos aspectos de la historia y la contribución al patrimonio material de la población de origen afro, no han sido contados en las escuelas de manera completa y directa. Hay vacíos e imprecisiones en el sistema formal de educación.
La variable afro se tejió entre los panameños, haciendo una rica urdimbre de tradiciones y costumbres, que se perdió en la memoria, acentuada por prejuicios y una educación con contenidos que invisibilizaron la herencia ancestral. De allí que todo el legado patrimonial material e inmaterial que nos identifica hoy, es resultado de procesos históricos y sociales asociados a nuestro pasado, teñido de migraciones que han ido construyendo nuestra rica diversidad cultural.
Lo cierto es que las contribuciones de los panameños, hombres y mujeres afrodescendientes han sido vitales para la construcción de la comunicación interoceánica, aportes que permean en nuestra sociedad con participación de personas autorreconocidas como afrodescendientes desde los más altos cargos públicos, en las artes, en la política, en la dirección del Canal de Panamá y en todos los ámbitos del quehacer nacional. Los afrodescendientes se hacen presentes en nuestra sociedad.
Lo afro: aquí y allá
El Banco Mundial indica que uno de cada cuatro habitantes de América Latina se identifica como afrodescendiente; estamos hablando de una población regional de cerca de 133 millones de personas. Brasil, con una población estimada de 190,732,694 millones, un 50.7 % de personas, se autorreconoce negra o mestiza. Panamá es el segundo país que sigue en cifras bajo el criterio de autorreconocimiento.
La misma fuente sigue señalando que la mayoría de la población afrodescendiente se concentra en países como Brasil, Venezuela, Colombia, Cuba, México y Ecuador. La desigualdad y pobreza acompañan también a esta imagen étnica en la región. La mayoría de la población afrodescendiente en América Latina es heterogénea y se encuentra distribuida de manera desigual entre los territorios urbanos y no urbanos. La población afrodescendiente vive, trabaja y estudia en condiciones de desigualdad, calidad de vida y limitado acceso a oportunidades.
El informe Afrodescendientes y la matriz de la desigualdad social en América Latina (CEPAL, 2020), reconoce el compromiso adoptado con la meta 17.18 del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, referente a aumentar significativamente la disponibilidad de información oportuna y desagregada por origen étnico, entre otras variables, y de los avances logrados en ese sentido, estos han sido bastante heterogéneos entre los distintos países. Por lo tanto, aún hay un largo camino por recorrer para que sea posible conocer, en forma más sistemática, la realidad de la población afrodescendiente latinoamericana en toda su complejidad y diversidad”.
Desde la perspectiva institucional, la organización del Estado panameño aprobó la autonomía de la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afropanameños, para escalar bajo el nombre de Secretaría Nacional de Políticas y Desarrollo de los Afropanameños. Esta decisión no hace sino reforzar el interés en el desarrollo pleno de las oportunidades de la población de panameños afrodescendientes mediante el escalamiento de esta nueva organización para la formulación e impulso de un número importante de la población panameña.