El Estado panameño ha sido influenciado por las comunidades étnicas que emigraron a Panamá debido a la construcción de las rutas interoceánicas aun antes de su constitución formal en 1903.
La influencia de la comunidad judía se replica en muchos rincones de la sociedad panameña, pero a su vez, se ha mantenido una percepción de aislamiento en esta comunidad que despierta curiosidad. Es por eso que la Unidad de Memoria Histórica del Canal, en su afán de promover los lazos entre las comunidades que habitan en Panamá y ante una sala de lectura de la Biblioteca Presidente Roberto F. Chiari completamente llena, decidió que su conversatorio de marzo fuera dedicado a la historia de esta pujante comunidad.
La llegada de los judíos al istmo
La primera congregación judía creada en Panamá fue la Kol-Shearith Israel, fundada en 1876 por familias hispanoportuguesas que llegaron del Caribe. “El Caribe era el Mare-Nostrum judío”, señaló Gustavo Kraselnik, el actual rabino de Kol-Shearith Israel, citando al autor Alberto Osorio. Los judíos efectuaban sus festividades religiosas en casas particulares, pero la necesidad de tener un cementerio judío en donde ellos pudieran enterrar a sus seres queridos empujó a la comunidad a establecer esta primera congregación.
Sin embargo, el flujo inmigrante no era específico del Caribe. “Mi abuelo materno vino de Irán… y mi padre de Marruecos” contribuye Alegre Saporta, quien es arquitecta y fotógrafa, y añade que “mis abuelos abrieron un almacén de telas en Colón”.
Colón fue pieza importante en el crecimiento de la comunidad al sentirse atraída por su pujanza económica. “En el extranjero, ya se escuchaba todo lo que pasaba con el Canal de Panamá y su prosperidad económica, por lo que todos venían a hacer su América”, menciona el doctor Daniel Abougamen, y añade que “para 1925 vivían allí 90 familias judías”. Ese mismo año arriba a Colón su abuelo, el primer rabino ortodoxo en llegar a Panamá. “Él era matarife y gracias a eso se pudo acceder a la dieta Kashrut” en el istmo y menciona que “mataban las reses en Colón y mandaban las carnes a Panamá”.
Los judíos y la Zona del Zanal
La cultura judía floreció dentro de la Zona del Canal y sus ritos fueron respetados. Los feriados judíos eran publicitados en los periódicos de la Zona y su conmemoración celebrada. Muchos soldados de fe judía se encontraban en la Zona y descubrieron rápidamente un refugio donde cultivar
su fe. Una figura que fue constantemente mencionada, tanto por los invitados como por el público, fue la del rabino Nathan Wilkin, quien llegó a la Zona del Canal en 1937 para encargarse de la sinagoga de la Zona. “Era muy carismático, muy querido, y muy integrador” señaló el doctor Abougamen.
La excepcionalidad de Panamá
Algo recurrente en el conversatorio fue señalar las características únicas de la presencia judía en el istmo. Kraselnik señaló que “Panamá ha tenido presidentes de la república judíos que son un hecho extraordinario en el mundo”, y añadió que “yo podría decir que soy el único rabino en el mundo que, fuera del Israel, ha oficiado un funeral de estado” refiriéndose a las exequias que en el 2016 recibió el ex- presidente Eric Arturo del Valle.
Otro momento de trascendencia fue la inclusión del rabino en la invocación religiosa de la ceremonia de inauguración de la ampliación del Canal en el 2016. “Fue un momento muy emocionante, un gran honor. En el momento que Panamá estaba mostrándose al mundo, elegía mostrar su diversidad religiosa”, destacó el rabino.
La comunidad se siente parte integral de la sociedad panameña y de ese modo, ha promovido fundaciones enfocadas en el desarrollo de sectores de escasos recursos. Un ejemplo es la Fundación Espacio Creativo, que promueve un desarrollo integral entre niños provenientes de áreas como el Chorrillo, San Felipe y Barraza.
“El programa siembra una semilla para convertirlos en personas de éxito” opina Alegre Saporta, quien ha detallado los programas de la fundación a través de sus fotografías. Una de ellas, donde aparecen cinco jóvenes del programa bailando en las esclusas de Miraflores, ha tenido alcance internacional.
Al cerrar el conversatorio, era evidente que surgieron temas que deberán ser investigados en un futuro, como, por ejemplo: la influencia que la Unión para el Judaísmo Reformista, corriente de fe que prevalecía entre los judíos de la Zona del Canal, tuvo en el judaísmo panameño; y la necesidad de recopilar y dar forma a toda la información albergada en la biblioteca para detallar la vida que la comunidad judía tuvo dentro de la zona.