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El pasado militar del Canal de Panamá

Desde su concepción el Canal de Panamá ha sido mucho más que una vía interoceánica para el comercio global; ha […]

Desde su concepción el Canal de Panamá ha sido mucho más que una vía interoceánica para el comercio global; ha representado un punto estratégico de enorme valor geopolítico y militar. Su ubicación privilegiada lo convirtió en un objetivo clave para las potencias mundiales, especialmente durante los periodos de conflicto del siglo XX. Por ello, la protección del Canal fue una prioridad desde los primeros días de su construcción.

Álvaro Visuetti describe Fort Grant

A lo largo de su historia se desarrollaron complejos sistemas de defensa que incluyeron fortificaciones, artillería pesada, campos minados y estructuras especializadas, reflejando la importancia que tuvo —y aún tiene— esta obra de ingeniería para la seguridad regional y global.

El pasado 11 de junio se llevó a cabo una presentación sobre estas instalaciones en la Biblioteca Presidente Roberto F. Chiari con el apoyo del grupo Rutas Bunkers.

Primeros pasos hacia la defensa

En mayo de 1904, los Estados Unidos asumieron el control de la construcción y de la nueva Zona del Canal de Panamá. Para esa fecha, ya surgían múltiples ideas sobre cómo proteger las áreas adquiridas y, en especial, el propio Canal. En 1904, ya se encontraban desplegadas tropas de la Marina de los Estados Unidos en las zonas de Bas Obispo y Emperador, las cuales llevaban a cabo estudios de perforación y trabajos de mapeo exploratorio con el fin de planificar la defensa costera del Canal.

Con la construcción del Canal de Panamá ya bien avanzada, el 10 de octubre de 1909, el secretario de Guerra designó una Junta Conjunta de Fortificaciones del Ejército y la Marina para elaborar planes para la defensa del Canal. El 22 de abril de 1910, la Junta recomendó al secretario de Guerra la construcción de fortificaciones armadas con un cañón de 16 pulgadas, diez cañones de 14 pulgadas, 12 cañones de seis pulgadas, y 28 morteros de 12 pulgadas. Toda la construcción debía completarse en tres años y medio.

Melquiades Domínguez diserta sobre la Segunda Guerra Mundial y el Canal

La persona encargada de la obra era el joven teniente George W. Goethals hijo. El costo estimado, incluyendo la instalación de minas submarinas, fue de $14.1 millones, monto que fue aprobado por el Congreso el 9 de enero de 1911. La cifra final fue de $12.4 millones tras una refinación de los costos estimados por el Ejército. Debido a esto el costo final del Canal de panamá fue aproximadamente $387 millones.

Construcción de fuertes y despliegue de artillería

Fort Randolph y Fort Sherman en el lado atlántico del istmo, y Fort Grant en el lado pacífico. Fort Grant fue renombrado más tarde como Fort Amador en 1917, en honor al primer presidente de Panamá, el Dr. Manuel Amador Guerrero.

Fort Amador fue construido con los 93 millones de yardas cúbicas de tierra, roca y barro excavados del corte. La distancia más corta para transportar el material fue hacia el lado Pacífico, donde se dispuso el 40 % del total. El relleno más grande se hizo en los llanos fangosos de La Boca, área que ahora se conoce como Balboa y La Boca.

Conversatorio en la Biblioteca Presidente Roberto F. Chiari sobre las fortificaciones militares del siglo XX en el Canal de Panamá.

La Batería Newton y el poder de fuego del Pacífico

El armamento más poderoso y efectivo conocido en ese momento fue instalado en las fortificaciones. Los fuertes del Atlántico estaban armados con cuatro rifles de 14 pulgadas, seis rifles de seis pulgadas y 16 morteros de 12 pulgadas. La artillería para defender la entrada Pacífica del Canal incluía seis rifles de 14 pulgadas, seis rifles de seis pulgadas, un rifle de 16 pulgadas y 12 morteros de 12 pulgadas.

Batería Newton en isla Perico

La Batería Newton, en la cima de la Isla Perico, albergaba el rifle de 16 pulgadas montado sobre una cureña retráctil. Este era el arma más grande de su tipo en uso por el Ejército de los Estados Unidos y uno de sólo dos de ese tipo; el otro rifle de 16 pulgadas formaba parte de las defensas del Long Island en la ciudad de Nueva York. Con un alcance de 22,600 yardas y un recorrido de 170 grados, está la más grande de las armas del Ejército convirtió el armamento en el extremo Pacífico del Canal en el complejo de defensa más poderoso del mundo.

Se requirieron masivas plataformas de concreto para montar las pesadas piezas de artillería de las defensas costeras del Canal. En general, todas las baterías eran similares en construcción. Tenían espacio para el cañón y la cureña detrás de un parapeto de concreto grueso, así como búnkeres reforzados con almacenes para municiones, salas para el trazado de alcance y el control de fuego, además de sistemas de comunicaciones. Adicionalmente, puntos de observación se ubicaban a distancia de cada sitio de batería.

Antorchas de humo en las esclusas, protección contra ataques aéreos

 

Aunque Fort Amador fue construido y utilizado principalmente para albergar las unidades de la Artillería Costera que operaban los grandes cañones de las islas fortificadas, se instalaron otras armas. En el extremo sur del puesto, se construyeron las baterías BIRNEY y SMITH. Cada una montaba dos rifles de seis pulgadas en cureñas retráctiles con un recorrido de 170 grados y un alcance de 14,500 yardas, lo que les permitía disparar a ambos lados de las islas. Aunque eran ineficaces contra acorazados y grandes cruceros, podían atacar embarcaciones más pequeñas como escoltas, dragaminas, submarinos o embarcaciones de desembarco.

Caseta de Control pintada de camuflaje, Segunda Guerra Mundial

Minas submarinas y defensa nocturna

Como protección adicional para el Canal se trazaron campos de minas submarinas, con minas almacenadas listas para ser colocadas en caso de ataque. En el lado Atlántico, 15 grupos de 19 minas submarinas flotantes controladas estaban destinadas a ser plantadas justo fuera de la entrada del rompeolas de la bahía de Limón. Se disponía de dos barcos lanzaminas para esta tarea. En el Pacífico se planificó un campo similar, con 16 grupos de 19 minas que serían instalados más allá de la entrada del Canal, generalmente al sur y oeste de la isla Flamenco. Dos minadores fueron asignados para esta labor y ciertas embarcaciones del ICC estaban disponibles para ser equipadas para el lanzamiento de minas, si fuese necesario.

Para facilitar el disparo nocturno, se instalaron reflectores de 60 pulgadas como parte integral de las defensas costeras. Algunos estaban montados en posiciones permanentes, mientras que otros se colocaban usando carros ferroviarios. Debido a que el alcance de los reflectores era de aproximadamente 8,000 yardas, se consideró el uso de proyectiles iluminantes para los rifles de seis pulgadas y, más adelante, para los cañones de 155 mm. Se instalaron diez reflectores en conjunto con la defensa del lado Atlántico y 14 para el lado Pacífico.

Llegada de tropas y organización militar 

Cuando la construcción de las baterías estaba bastante avanzada, comenzaron a llegar las tropas para operar las armas en la Zona del Canal de Panamá. La primera unidad, la Compañía 81 de Artillería Costera, llegó al istmo el 22 de diciembre de 1913 y acampó en lo que ahora es Amador. Seis compañías más siguieron en 1914; dos en 1915, y cinco en 1916. Entre 1916 y 1917 se organizaron cuatro compañías más de artillería costera, con una asignación final de nueve compañías estacionadas a cada lado del istmo.

En la Segunda Guerra Mundial, con el fin de proteger las esclusas y otras instalaciones vitales para la operación del Canal de un posible bombardeo aéreo, se aprobaron una serie de proyectos para su construcción en los años previos al ataque a Pearl Harbor. Hubo más de 40 de estos proyectos de urgencia llamados “Proyectos de Artículos Especiales”, comúnmente conocidos como SIPs (por sus siglas en inglés, Special Item Projects). La mayoría de los SIP estaban relacionados con el reforzamiento de las estructuras de las esclusas, la instalación de equipos de emergencia y la preparación en general para condiciones de guerra.

Soldado con máscara contra mosquitos

Algunos proyectos, como el SIP-30, Camuflaje, que consistía en pintar las casetas de control de las esclusas y otras estructuras con patrones de camuflaje, también incluyó estructuras no vinculadas a las esclusas, como los tanques de almacenamiento de combustible en La Boca y las instalaciones de Mt. Hope, así como otras instalaciones civiles e industriales.

Los mayores, más visibles y críticos de estos trabajos especiales de protección fueron el SIP-3, Sistema de Protección Contra Incendios en las Exclusas; el SIP-5, Prueba de Bombas; y el SIP-7, Represas de Emergencia. La mayoría de los otros estaban dirigidos principalmente para condiciones operativas en tiempos de guerra, con utilidad limitada en tiempos de paz, y fueron removidos o abandonados después de la guerra.

Con base en esta información, se evidencia la importancia primordial que tuvo la protección de la vía acuática, especialmente en tiempos de guerra, lo cual refleja claramente que el Canal fue concebido inicialmente con fines militares.

Actualmente, bajo administración panameña y tras su ampliación, el Canal se ha consolidado como una vía marítima civil, rentable y eficiente, ofreciendo tránsitos confiables y manteniendo una posición de estricta neutralidad en beneficio de todos sus usuarios y clientes.

Bibliografia:

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