De potencia mundial a ruina olvidada: la estación Darién
Por: Jean-Sébastien Pourcelot
A pesar de que al aproximarse hoy a la curva Mamei por el Canal únicamente se observa un denso paisaje selvático, hace más de 100 años avistarías 3 imponentes torres de acero de casi 200 m de altura asomarse a la distancia en una pequeña península. Este era el sitio de la estación de radio naval de Darién, que otrora fue aclamada como “una de las más poderosas del mundo” y de la que hoy sólo quedan los caparazones de concreto de algunas de las edificaciones que albergó al equipo y personal encargado de este sistema de radiocomunicación de la Zona del Canal de principios del siglo XX.

La construcción de la estación inició el 25 de octubre de 1913 en la zona anteriormente conocida como Caimito, donde los franceses habían edificado un campamento para los trabajadores del Canal, ubicado entre el lago Gatún y la línea del ferrocarril cerca de la estación ferroviaria de Caimito Cabin. La obra fue liderada por la Comisión del Canal Ístmico y empresas contratistas privadas, y para julio de 1914 había al menos 85 trabajadores participando en el proyecto, la mayoría en la planilla salarial de plata (silver roll).

Según documentos oficiales, el proyecto incluyó la construcción de tres torres de transmisión de acero de 183 m de altura, un cuarto de bombeo, una subestación, una central eléctrica, viviendas para el oficial de radio y el electricista en jefe, y barracas para alojar hasta 17 operadores y sirvientes. Todos los edificios, salvo un cobertizo para botes, eran de concreto y contaban con mallas contra mosquitos.
El lugarteniente Russell Sydnor Crenshaw, encargado de las estaciones de radio en el Istmo, reveló que para las obras de construcción los estadounidenses reutilizaron los rieles, locomotoras y vagones que habían sido abandonadas en Caimito por los franceses.
Para 1915, la construcción de dos de las tres torres de transmisión había culminado y estaban en etapa de prueba.
Durante esta fase de ensayos, la estación Darién logró enviar y recibir mensajes a las estaciones en Arlington, Washington D.C. y San Francisco, California, acontecimiento que fue destacado en varios medios impresos de los Estados Unidos, como el New York Times, quienes resaltaron este hito para la comunicación inalámbrica a larga distancia, subrayando el alcance de más de 4,828 km de la estación zoneíta.
Aunque no se cuenta con una fecha exacta para la culminación de las obras, fotografías sugieren que las torres y estructuras estaban operacionales para 1917.


La estación Darién estuvo bajo la jurisdicción de la Armada de los Estados Unidos al estar prohibidas las estaciones comerciales o privadas dentro de la Zona y, en conjunto con las estaciones de radio en Colón y Balboa, formaba parte del sistema de radiocomunicación de la Zona.
Sin embargo, a diferencia de las otras dos estaciones –que gestionaban la comunicación entre las autoridades del Canal y las embarcaciones— Darién se usaba exclusivamente para la comunicación gubernamental, especialmente para retransmitir mensajes desde los Estados Unidos a los barcos de la Armada en el hemisferio sur.
Durante su operación, una pequeña población compuestas por hombres, mujeres e, incluso, niños residió en Darién.
Según datos de censos, en 1916 se registraron 21 personas, en 1917 la cifra bajó a 8 y a finales de 1930 la población aumentó a 58 personas.
A pesar de su importancia histórica a principios del siglo XX, la estación de radio Darién estuvo en funcionamiento sólo hasta finales de la década de 1930. En 1938 se reportó que los trabajos de operación y mantenimiento de la subestación eléctrica fueron suspendidos y al año siguiente los terrenos que habían sido asignados a la Armada para su construcción fueron traspasados al Gobierno de la Zona del Canal.
Por lo tanto, se estima que luego de un poco más de 20 años de operación, para 1939 la estación de radio Darién había sido abandonada. Se desconocen las razones oficiales detrás de esta decisión, aunque se especula que estén relacionadas con el establecimiento de una estación de radio en Summit en 1936, a escasos 15 km.
La historia de la Estación de Radio Naval de Darién es un testimonio de la evolución de la tecnología y la comunicación a larga distancia. Aunque hoy solo quedan ruinas entre la vegetación tropical, el legado este sitio industrial sirve como un monumento silencioso a una era pasada de innovación y desarrollo dentro de la región interoceánica.


El autor es investigador del Museo del Canal Interoceánico de Panamá.