El bijao (Calathea lutea) es una planta nativa que crece silvestre en los bosques tropicales de América. Pertenece al género Calathea, el cual incluye una amplia variedad de llamativas especies ornamentales. Sus hojas son grandes y planas, verdes por el frente y en su reverso están cubiertas de una capa de cera blanca.
Lo encontramos en los cálidos bosques secundarios en la cuenca del Canal, a veces en grandes extensiones en suelos ricos en materia orgánica, creciendo vigorosamente en parches a orilla de quebradas, o como especie colonizadora en sitios de suelos degradados. Se reproduce sin mayor complicación por medio de rizomas y semillas.
Fuente de néctar
Sus florecitas amarillas salen de una espiga rojiza, y están especializadas para la interacción con sus polinizadores y visitantes hambrientos. Producen abundante néctar, casi permanente, durante largos periodos. Debido a ello están en capacidad de brindar sustento a varias especies de mariposas y abejas euglosinas, entre otros insectos, al igual que aves nectaríferas como los colibríes. Algunas orugas del género Caligo y otras se alimentan de sus hojas.
El bijao tiene una interesante característica, reacciona de forma automática a estímulos lumínicos. Durante el día sus hojas se acomodan en ángulo con el horizonte, mientras que en la noche se repliegan verticalmente y quedan erguidas exponiendo la cara blanca de la hoja.
Envoltorio sustentable
El bijao está presente en el ámbito de la gastronomía típica panameña. Se utiliza en toda la geografía como envoltorio del conocido tamal, principalmente. Las hojas de bijao les confieren a los alimentos propiedades especiales, por lo que tienen alta demanda durante ciertas épocas del año. Los rollos de hojas están disponibles en algunos mercados. La hoja de bijao es una buena opción para usar como plato de emergencia o transportar alimentos en áreas rurales, vendría a ser el tupperware del campo, pero totalmente biodegradable.
Especie para el jardín tropical
El bijao tiene atractivo como especie ornamental, el tamaño y forma de su follaje es muy llamativa, especialmente la parte blanca de la hoja añade dramatismo al jardín tropical. Es una planta bastante versátil. La podemos encontrar en viveros locales, ya que cada vez se está aprovechando más su potencial porque no hay nada que se le parezca en el inventario de especies tropicales de uso ornamental.
Es de rápido crecimiento, resistente a las plagas y con la humedad adecuada requiere de poco mantenimiento. Además, se adapta muy bien a un amplio rango de suelos. Todas estas son características deseadas en un cultivo ornamental. Una planta de bijao puede estar costando en un vivero local unos 25 dólares. Es un recurso de la flora, que manejado y cultivado de forma ecológica complementa la economía doméstica.
Cera de bijao
La cera obtenida de sus hojas es similar a la de carnauba y puede usarse como materia prima para hacer betunes, pulir pisos y muebles de madera. Así como también en componentes de la industria cosmética, jabonería y alimenticia por su alto brillo y características hipoalergénicas.
Su producción de cera se considera de alto rendimiento. Estudios realizados indican que de cada hoja se puede obtener en promedio 0.7 gramos. Adicionalmente, se estima que una hectárea podría producir unos 800 kilogramos de cera cruda. Esto sumado a la rápida tasa de crecimiento, la facilidad de su cultivo y un sencillo proceso de extracción de la cera.
En algunos países se utiliza esta planta como materia prima para fabricar platos desechables. Los artesanos aprovechan los tallos fibrosos (peciolos) de las hojas de bijao para confeccionar canastos y otras artesanías. En la medicina tradicional sus hojas se usan por sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes en forma de cataplasmas de hojas trituradas. La infusión de sus hojas es usada como calmante y relajante.
El mono en Bijao
En San Andrés de Bugaba, provincia de Chiriquí, se celebra el Festival del Mono en Bijao. Este es el nombre de otro platillo envuelto en hojas de bijao, el cual es una experiencia culinaria exclusiva de la cocina chiricana.
Según cuentan, la idea surgió por la necesidad de los peones del campo de llevar su almuerzo al sitio de trabajo. La hoja de bijao resolvió este problema de forma rápida y ambientalmente amigable. Al llegar al área de trabajo, el peón guardaba su mono en bijao en las ramas de los árboles. La ventaja es que una vez usado se desecha y se transforma en materia orgánica, sin contaminar. Entre otros de sus usos, el bijao se utiliza para arropar al conocido bienmesabe, un popular postre que no puede faltar en el menú chiricano.
El bijao no solo tiene importancia cultural como envoltorio de alimentos, es una especie clave para la biodiversidad, es colonizador de suelos degradados, sirve de remedio, se usa en la jardinería, de sus fibras se hacen platos desechables y canastos, y hasta produce una cera de alta calidad. Pero también tiene un valor agregado por ser un envoltorio natural todoterreno, inocuo, sustentable, fijador de carbono y que forma parte de la rica diversidad botánica ligada a nuestras enraizadas costumbres culinarias.