Richard Tarr y su esposa Andrea, pasan las páginas maravillados. Sus ojos denotan sorpresa y sus sonrisas cómplices nos contagian de su incredulidad y felicidad: de estar de vuelta en el lugar donde pasaron los mejores años de sus vidas.
Leen los anuarios de sus respectivas generaciones graduadas del Balboa High School (Escuela secundaria de Balboa). Él revisa el año 1969, mientras que ella mira el de 1971. “Aquí estoy yo”, dice Andrea y rápidamente señala su fotografía tomada hace 51 años. “No ha cambiado un ápice”, agrega Richard riendo.
Los acompaña el hermano mayor de Richard, Robert Tarr, que ojea el anuario de su generación, la de 1965. “Llegamos hoy en un crucero, fuimos a ver nuestra antigua casa en el Cangrejo, y luego decidimos visitar nuestra vieja escuela”, cuenta.
Visitas como esta suceden por lo menos una vez al mes en la biblioteca Presidente Roberto F. Chiari.
Por 55 años, ese fue el edificio principal de la escuela que vio pasar por sus escaleras, pasillos, salones de clases y biblioteca, a miles de estudiantes de la antigua Zona del Canal, y también a panameños. Muchos de esos estudiantes se radicaron en los Estados Unidos luego de graduarse. Otros se quedaron y trabajaron en la Zona para luego también emigrar hacia el Norte, especialmente durante el periodo de la transición del Canal a manos panameñas.
Las escuelas
Desde 1906, el gobierno de la Zona del Canal había creado y administrado una red de escuelas que, en un principio, dividía a los estudiantes provenientes de familias del “silver roll” y “gold roll”. Para 1955, estas prácticas de segregación comenzaron a ser abolidas, y para 1969 había una población estudiantil que había llegado a su máximo histórico al contar con 14,539 jóvenes.
Las escuelas se encontraban dispersas por todas las poblaciones de la Zona y eran réplicas exactas de escuelas que podían encontrarse en cualquier ciudad de los Estados Unidos. Desde los inicios de la construcción del Canal, el gobierno estadounidense era consciente que debía proporcionar escuelas que permitieran a los niños de un empleado o militar que llegara a la Zona, retomar los estudios que habían recibido en los Estados Unidos y reanudar su escolarización con la menor dificultad posible cuando regresaran.
Los anuarios
Empastados en percalina para su mejor preservación, los anuarios son pequeñas cápsulas del tiempo. Destilan en sus escritos y fotografías la cultura estadounidense prevaleciente en ese entonces. Clubes de porristas y de futbol americano, fotos del baile de promoción con sus respectivos rey y reina escogidos por los estudiantes, clubes de idiomas, jardinería, matemáticas, canto, asociaciones estudiantiles, son un ejemplo de la importancia que se le otorgaba en estas escuelas a las actividades extracurriculares. La mayoría de los chistes y “catchphrases” (frases ingeniosas) en los pies de fotos de los anuarios provienen de series o películas de los Estados Unidos y se mencionan a las celebridades de la época. Sin embargo, la influencia de la cultura del istmo puede ser percibida al ver a alguna muchacha vistiendo la pollera o alguna que otra foto tomada en la Avenida Balboa. Es interesante notar el paso de los años, al ver los cambios en los peinados, el vestir e incluso en cómo desde los años 50, se incrementa la diversidad étnica y la presencia de más estudiantes con apellidos hispanos.
Las memorias
Robert nos cuenta que solía estudiar en el segundo piso de la sala de lectura de la biblioteca en tiempos en que la escuela carecía de aire acondicionado. “Cuando bajaba la cabeza para escribir, tenía que tener cuidado que el sudor no manchara los cuadernos”, rememora. Richard menciona que una vez graduado, se fue a los Estados Unidos, pero regresó un par de años después porque, “no la podía olvidar”, dice señalando a Andrea. Los tres dejaron la Zona por los Estados Unidos y ahora viven en Florida. Les causa admiración ver que el edificio conserva la belleza de sus tiempos estudiantiles. Muchos de los antiguos alumnos que visitan la biblioteca buscan volver los tiempos de una juventud plena de vida. Y las imágenes de los anuarios dejan ver esto de manera tangible.
La Biblioteca cuenta con los anuarios de las escuelas secundarias de Arcoíris (1950-1977), Paraíso (1949-1977), Cristóbal (1918-1982), Balboa (1910-1982) e incluso del Canal Zone College (1936-1972), que servía a estudiantes de la Zona que deseaban comenzar sus estudios universitarios en Panamá para luego finalizarlos en universidades en los Estados Unidos.
¿Desea ver un ejemplo de estos anuarios? En el siguiente link podrá acceder al anuario de un año muy significativo para todos: el anuario de 1964 del Balboa High School.