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Bosques en fincas del paisaje agrícola de la cuenca del Canal de Panamá son hogar de mamíferos

Por: Claudio Monteza
Una finca chorrerana que produce alimentos, tiene bosques que son usados por mamíferos silvestres

La finca San José está ubicada en la cuenca del Canal de Panamá y es una de las fincas que contribuyen al sector agricultor chorrerano. Esta finca que pertenece a la familia Benítez Grisolia, día se dedica a la ganadería y la avicultura bajo el liderazgo de Franco Benítez Grisolia. Franco es un finquero joven con una perspectiva no convencional en cuanto al manejo de la finca. Desde que tomó el liderazgo en el 2021, reemplazó la producción de piña por ganado y gallinas de pastoreo; dos actividades que le permiten trabajar de manera más sostenible.

Vista área de bosques de galería a lo largo del río Caño Quebrado, en predios de Finca San José.

En esta finca las gallinas y el ganado son reubicados a un corral distinto casi todos los días. Las gallinas viven en una galera móvil que fue construida en la finca. La idea es que las gallinas forrajeen en un área próxima al ‘galli-móvil’ y cerca de donde estaba el ganado el día anterior. ¡Una sinergia asistida!

Galera móvil para gallinas de pastoreo en potrero de ganado.
Franco Alberto Benítez, administrador de la Finca San José.

Para Franco es importante que las gallinas cumplan dos tareas. Primero, es que funcionen como biocontrol al forrajear donde estuvo el ganado y se alimenten de larvas de moscas depositadas en las heces del ganado. Segundo, es que las heces de las gallinas funcionen como biofertilizantes para el suelo. La viabilidad de este dinámico sistema depende del agua, por ello, habilitaron una red de tuberías subterráneas que se alimenta de un pozo de agua de 80 metros de profundidad, brindando así agua a las gallinas y al ganado a donde sea que vayan en la finca. Con este método se beneficia el ambiente, porque el ganado no necesita acceso a ríos o quebradas.

¡Pero Franco aspira a más! Mientras trabaja en ampliar la producción de ganado y gallinas de pastoreo, también quiere apoyarse de la ciencia para aprender cómo reforzar el galli-móvil contra ataques de depredadores sin repercusiones para estos. Su objetivo es manejar la finca de la manera más sostenible posible y considera la ciencia como una herramienta, que le permite evaluar la compatibilidad de su finca con prácticas sostenibles con el ambiente. Al hablar con él de estos temas, se escucha entusiasmado y orgulloso de sus logros.

Fincas como la de Franco producen más que alimentos. Estas fincas conservan bosques que pueden albergar mamíferos y pueden servir como puentes conectados a lo largo del paisaje agricultor. Un tema que es de mi interés como investigador, porque se conoce poco de las adaptaciones de mamíferos en bosques fragmentados.

La mayoría de las fincas conservan dos tipos de bosques. Aquellos bosques que bordean ríos y quebradas (llamados bosques de galería) y pequeños bosques (de 5 a 35 hectáreas). En conjunto conforman una red de minicorredores biológicos, que eventualmente colindan con bosques de mayor extensión. Los corredores biológicos sirven como puentes que facilitan que los arquitectos de los bosques panameños, como los mamíferos, se desplacen entre bosques más extensos. ¡Una función ecológica que beneficia a todos y que no tiene precio!

¿Funciona el paisaje agricultor de la cuenca del Canal de Panamá como corredor biológico?

Para aprender si los bosques en fincas del oeste de la cuenca funcionan como corredores biológicos, empecé a estudiar mamíferos en bosques de fincas desde el 2021, como parte de mis estudios doctorales en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal, en Alemania. Me motivé a investigar mamíferos en paisajes agrícolas gracias a dos estudios. Una investigación liderada por la Dra. Ninon Meyer, cuyos resultados nos mostraron que el número de especies que se pueden encontrar en fragmentos y bosques protegidos no varía tanto, aunque las especies sí varían. Especies grandes como el tapir, jaguar y saínos difícilmente aparecerán en fragmentos.

Claudio Manuel Monteza, biólogo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales

La otra investigación fue una que llevé a cabo entre el 2014 y 2015 en parcelas de árboles maderables. Durante este periodo noté que algunas especies, como el hormiguero y el mapache, eran captadas en más tiempo de lo sugerido por estudios previos.

Estos dos estudios me hacen querer conocer más sobre mamíferos en paisajes agrícolas. ¿Cuáles especies de mamíferos usan los fragmentos como albergues temporales y cuáles habitan en ellos? Las especies que se establecen, ¿se están reproduciendo o solo prevalece una generación? ¿Qué desafíos enfrentan las especies para sobrevivir en bosques de fincas? La lista de preguntas continúa, pero creo que el punto es claro. Conocer el número de especies que se pueden encontrar en fragmentos no es suficiente indicador para confirmar que el paisaje agrícola en la cuenca es sostenible para los mamíferos.

Para resolver estas preguntas, con optimismo pedí permiso a dueños de fincas para instalar cámaras trampas en bosques dentro de sus fincas. Una de las fincas que quedó en mi memoria es la Finca San José, porque el día que fui a pedir permiso ya me habían dicho que no en dos fincas. Era mi último intento antes de volver a casa ese día. En esta finca me recibió Franco quién luego de escuchar sobre mi investigación, me autorizó instalar cámaras en bosques de su finca.

Gracias al apoyo de guardabosques del Smithsonian, guardaparques del Ministerio de Ambiente y propietarios de fincas que me dieron permiso, logré instalar 30 cámaras trampas para capturar imágenes de mamíferos a lo largo del paisaje canalero. ¡Un primer paso!

Perezoso de tres garras (Bradypus variegatus) transitando en bosques de galería en la Finca San José.

Distribuí las cámaras entre cuatro hábitats: bosques pequeños, bosques de galería, parcelas de teca y bosques extensos (del Monumento Natural Barro Colorado y el Bosque Protector Arraiján). Las cámaras captaron 21 especies de mamíferos, incluyendo gato solo, ocelote, armadillos y yaguarundí. De mi estudio, puedo destacar tres resultados preliminares. Primero: el número de especies de mamíferos observado es mayor en época seca. Segundo: las cámaras captan mamíferos con más frecuencia durante la época lluviosa. Tercero: las probabilidades de encontrar mamíferos con crías es relativamente mayor en bosques de galería y durante la época lluviosa.

Capibara (Hydrochoerus isthmius) en plantaciones de teca.

 

Tamandua (Tamandua mexicana) captado a 20 metros de altura en bosques del sector oeste de la cuenca.

Las cámaras captaron hembras de yaguarundí y hormiguero cruzando fincas con crías. ¡Esto es muy alentador!

Cuando trabajaba en las fincas, observaba algunos mamíferos arbóreos y por mi mente pasaban los nombres de todas las especies arbóreas que podrían encontrarse en este paisaje agrícola y de las cuales no conocemos casi nada. Sentía que mis datos perdían valor. ¡Un cuento a medias! Pero para mi suerte conocí a David Jones, un estudiante de maestría de Northwestern University. Con su colaboración instalamos cámaras trampas en los árboles. Su tesis de maestría nos ayuda a conocer información sobre el estado de conservación de mamíferos arbóreos en el Monumento Natural de Barro Colorado y bosques de fincas canaleras. Durante seis meses David escaló árboles para instalar y retirar cámaras trampas. ¡Un esfuerzo impresionante!

Mientras que David procesa sistemáticamente las imágenes y analiza los datos para culminar su tesis de maestría, preliminarmente sabemos que la diversidad de mamíferos arbóreos es muy similar entre fragmentos y bosques continuos. ¡El número de especies arbóreas en fragmentos supera nuestras expectativas! Las cámaras en fincas han captado especies que no esperábamos como el cusumbí y el puercoespín. Especies como el puercoespín parecen ser tan comunes en fragmentos de fincas como en el bosque continuo.

Cusumbí (Potos flavus) captado en el dosel de bosques de Isla Barro Colorado

En general, estos datos sugieren que fincas como la de Franco, con prácticas sostenibles y bosques conservados, no solo producen alimentos, sino que también albergan mamíferos arbóreos y terrestres. Esto nos ayuda a valorar el grado de sostenibilidad del paisaje agricultor canalero, así como a identificar aspectos a mejorar. Permitiéndonos encontrar un balance entre económicas y sostenibilidad. Mi experiencia trabajando en fincas de la cuenca me llevan a pensar de manera optimista, porque considero que los bosques en fincas tienen potencial de servir como puentes biológicos aportando a la conservación en Panamá.

Perezoso de dos garras (Choloepus hoffmanni) captado en dosel de bosques del sector oeste de la cuenca.

 

El autor es biólogo investigador del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI)

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