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Chichicas, pinceladas de belleza y néctar

En Panamá, las heliconias tienen un mote cariñoso: chichicas. En la cuenca canalera abundan estas bellas sorpresas llenas de néctar para aves e insectos.

Las heliconias son plantas herbáceas silvestres, reconocidas por la singularidad de sus impresionantes flores. Crecen principalmente en los bosques húmedos del neotrópico y en la cuenca del Canal es frecuente verla entre herbazales de bosques secundarios. La encontramos como especie pionera a orillas de carreteras disputando su espacio entre herbáceas invasivas, igualmente junto a quebradas, claros del bosque, a pleno sol o semisombra. Allí obtienen materia orgánica, buena luz y humedad suficiente para crecer y desarrollar sus llamativas flores.

Chichicas chicas y chichicas grandes

En el lenguaje popular se les conoce también como chichicas. El tamaño de la planta varía según la especie, abarcando desde variedades muy compactas, con menos de un metro de altura y flores de aproximadamente 10 centímetros, hasta especies gigantes, que alcanzan los 13 metros de altura con flores exageradamente grandes de unos 3 metros de largo. Las hojas de las heliconias tienen un diseño básico lanceolado, similar a las hojas de los bananos.

Fuente de néctar para otras especies

La parte más llamativa y lo que las hace únicas, son sus flores que sobresalen con una variedad de diseños, tamaños y combinaciones de rojo, naranja, amarillo, rosado y morado que resaltan entre el verdor. Lo que identificamos como flor realmente son hojas modificadas asociadas a las flores y reciben el nombre de brácteas, generalmente esta es la parte muy coloreada.

En estas brácteas se asoman las florecitas, sencillas, pero de abundante néctar que atrae insectos, murciélagos y aves, especialmente los colibríes quienes son su principal polinizador. Ellos mantienen una estrecha interacción con las heliconias, hasta el punto de que custodian celosamente cada flor y no permiten que otros colibríes se acerquen a su valiosa posesión.

Algunas especies de mariposas se alimentan de sus hojas, sus semillas son consumidas por ciertas aves y mamíferos que ayudan a dispersarlas en el bosque. Además de las semillas, se reproducen exitosamente por rizomas.

Microhábitats para microbichitos

Además de ser una fuente de alimento para una diversidad de animalitos del bosque, las chichicas también proporcionan hábitat para otros seres más pequeñitos. Las brácteas de las heliconias tienen la particularidad de albergar pequeños reservorios de agua donde habitan bichitos microscópicos conocidos como microfauna. Estos diminutos organismos están especializados para vivir en esos microhábitats. Allí encuentran protección, alimento y un lugar para crecer y reproducirse. Su existencia, por ende, está íntimamente ligada a las heliconias.

Al formar parte de procesos ecológicos esenciales, las heliconias brindan un servicio de soporte a otras especies del bosque, lo que las convierte en un recurso de gran valor para el ecosistema. Como especie pionera en bosques secundarios, ayudan a repoblar suelos pobres en terrenos desprovistos de vegetación, contribuyendo así a la fijación de carbono y a la recuperación de las áreas boscosas.

Usos e importancia global

Las heliconias son altamente cotizadas, especialmente en mercados donde se valora su belleza. Esta tendencia genera una demanda constante y un aumento en su participación en el mercado internacional de flores exóticas. El mercado mundial de flores y plantas ornamentales alcanzó los 56.8 mil millones de dólares para 2023 y se proyecta que alcance los 98.4 mil millones para el 2032, según un reporte de Business Research INSIGHTS.

Por lo tanto, las heliconias desempeñan un papel significativo en la economía de los países productores. Los principales importadores de heliconias son mercados claves como Estados Unidos y la Unión Europea (principalmente Países Bajos, Reino Unido y Alemania). Entre los países productores se destacan: Colombia, Ecuador, Brasil y Costa Rica. Los climas tropicales y suelos fértiles facilitan el cultivo de heliconias de alta calidad para satisfacer estándares mundiales.

Su valor ornamental ha impulsado su cultivo y uso en el ámbito del paisajismo. Al mismo tiempo, la aparición de nuevas variedades y la creación de híbridos innovadores han incrementado su apreciación, tanto en jardines tropicales, así como también entre coleccionistas de especies exóticas.

Diversidad y conservación de las chichicas

Hasta el momento, se han descubierto unas 56 especies de heliconias en nuestro país, de las cuales 18 son endémicas, con poblaciones reducidas en un rango geográfico limitado. Esto las convierte en especies vulnerables a los cambios ambientales y a la pérdida de biodiversidad.

Cualquier perturbación de su hábitat podría poner su supervivencia en jaque, por lo que es fundamental su protección. En los bosques de la cuenca del Canal, las heliconias e incontables otras especies se conservan protegidas en este maravilloso refugio natural de vida silvestre.

La conservación de las chichicas no solo es crucial para mantener la biodiversidad, sino también para preservar el equilibrio ecológico y el patrimonio natural de nuestro país. Es imperativo que continuemos apoyando y promoviendo iniciativas de conservación que aseguren la supervivencia de estas especies únicas para las generaciones futuras. Solo así podremos garantizar que la riqueza natural de nuestros bosques sea un legado vivo y vibrante.

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