En la mañana lluviosa del martes 6 de septiembre se hacían los trabajos finales del mantenimiento mayor o cámara seca en el carril oeste de las esclusas de Gatún en Colón.
Los trabajos de overhaul se llevaron a cabo entre el 30 de agosto y el 7 de septiembre. Fueron nueve días en los que más de 200 trabajadores de diferentes divisiones laboraron en dos turnos de 12 horas para rehabilitar las compuertas 27 y 28. Además, cambiaron los sellos de metal de ambas estructuras y de las paredes, al igual que cuatro válvulas de vástago ascendente y las batientes de concreto, y realizaron trabajos menores en las alcantarillas.
Entre el bullicio de la maquinaria, sobresalía un tono de voz. Era Rigoberto Edgardo Cáceres Guerra, líder del equipo de soldadura. Ahí estaba con su inseparable radio de comunicación curioso por el dron que grababa desde lo alto. Su entusiasmo y buen humor nos llamó tanto la atención que dispusimos conocerle más.
Rigoberto Edgardo es oriundo del corregimiento de Puerto Armuelles, distrito de Barú, provincia de Chiriquí; de esos que te dicen que necesitas pasaporte para ingresar al “Estado Federal.” Estudió bachillerato en letras y cuenta con una extensa lista de cursos y seminarios técnicos y pedagógicos tomados en Colombia y en Alemania. También, un trío de diplomados en liderazgo y administración organizacional, en Colombia; y por supuesto, otra docena de capacitaciones en el Canal de Panamá.
Reside en el distrito de Arraiján, junto a su esposa, Iris Mariela y sus hijas Delcys Gisselle y Yossyra Celenys. Ingresó a la fuerza laboral canalera un 7 de enero de 2,000, con la administración panameña. Es líder soldador desde junio de 2011.
La satisfacción de ser útil
Rigoberto nos dice que su mayor satisfacción como trabajador del Canal de Panamá es haber aportado su conocimiento para la realización de los proyectos en los que toma parte su División, al igual que sentirse útil, y que la organización puede contar con él para futuros proyectos.
Está a 28 meses de jubilarse, y su mensaje a sus compañeros que deja atrás y a los jóvenes que ingresarán a las filas del Canal es que deben ser proactivos, concluir de manera satisfactoria toda tarea encomendada y trabajar con el mismo ahínco del primer día, porque “la mejor carta de presentación es nuestro trabajo, bien hecho.”
Un canalero polifacético
Este chiricano no piensa quedarse en el ocio una vez se jubile y nos adelanta que pretende aplicar lo aprendido en tecnología aplicada al diseño y fabricación de modelos especiales para sillas de ruedas, y mecanismos adaptados a vehículos a motor para ayudar a personas con discapacidad.
“Uno de los proyectos que quiero realizar una vez me jubile es una silla de ruedas ergonómica, ya que en el país cuando una persona queda con un grado de discapacidad, por lo general tiene que adaptarse a una silla de ruedas estándar, cuando debería ser lo contrario.”, nos dice Rigoberto.
Cerca del mediodía, nos despedimos con un hasta luego y, de pronto, comienza a caer la lluvia en la cámara (que ya no está tan seca), que congrega a ingenieros, albañiles, pintores y soldadores, y entre ellos nuestro entrevistado, Rigoberto Edgardo Cáceres; orgullo ciento por ciento canalero.