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Un Binomio Estratégico: Cultura y Responsabilidad Social

Un binomio estratégico: cultura y responsabilidad social - Canal de Panamá

La cultura y la responsabilidad social son dos características que forman parte de la realidad sociocultural de las organizaciones, pues componen integralmente el enfoque estratégico que la organización establezca para ejecutar. Lo antes expuesto es el análisis de la cultura organizacional y la responsabilidad social como factores primordiales dentro de la estrategia de cada organización.Un binomio estratégico: cultura y responsabilidad social - Canal de Panamá

Puede pensarse que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es de reciente aparición, pero en sus inicios, fue vinculada con acciones aisladas y personales de los líderes organizacionales. En la actualidad, se considera como un elemento fundamental de la estrategia que debe difundirse a través de la cultura, porque la responsabilidad social no se construye de manera unidireccional, sino que es un producto social, tanto de los integrantes de la organización, como de la comunidad que trabajan en función de sus necesidades y que procura una relación de mutuo beneficio para todos los actores involucrados.

Existen empresas que tienen la RSE dentro de sus prácticas desde hace mucho tiempo, con lo que podemos decir que forma parte importante dentro de su esquema de cultura organizacional, lo cual denota no ser una práctica novedosa. Así pues, las empresas han establecido estos programas desde siempre y han adecuado o instaurado diferentes estrategias y enfoques, que son motivo de discusión diaria y que además, guían el proceso de toma de decisiones de vital importancia para la sostenibilidad.

Las empresas tienen en común un triple objetivo: producir, obtener ganancias y garantizar el bienestar de los individuos que forman parte de ella; esto implica una estrecha vinculación entre la empresa y la sociedad, lo que permite establecer ciertos componentes de la cultura organizacional. Al evidenciar dentro de una organización que se posee poca o nula cultura orientada a la RSE, se debe pensar en dirigir un proceso de cambio cultural, siguiendo una metodología que contemple los siguientes pasos, dentro del proceso:

  1. Identificar los factores clave de éxito para establecer el cambio de manera eficiente y efectiva. ¿Qué deseamos lograr?
  2. Evaluar en qué medida estos factores pueden estar bajo nuestro control: creando, de esta manera, el perfil de la capacidad del cambio requerido. ¿Qué capacidades tengo para logarlo?
  3. Definir las acciones de mejora para cada factor identificado. ¿Cómo diseñar la hoja de ruta o el proceso?
  4. Establecer un proceso de interacción con retroalimentación de información a todo lo largo del proceso. ¿Cómo modificar y corregir acciones en el camino?
  5. Celebrar cada avance obtenido. ¿Cómo recompenso? En la actualidad, la RSE representa un eje central dentro del funcionamiento temático en el ámbito de las estructuras organizacionales de las empresas; de allí que sea un fuerte motivo para un adecuado diseño y aplicación, que esté acorde, tanto con el marco regulatorio como con el núcleo central del negocio.

Además de lo antes expuesto, debemos agregar la variable del tema cultural, que dentro de las empresas puede ser tan antiguo como vigente, permitiendo entender el comportamiento humano, a todos los niveles, dentro de las organizaciones. Esto ayuda a entender de qué manera se integran los valores, las creencias y las actitudes que asumen los actores que hacen vida dentro de las organizaciones (grupo de interés de alta importancia), cuando están conscientes sobre el valor social que pueden generar, dentro de las comunidades (otro grupo de interés de importancia) a través de las acciones que promueva la organización con su diseño de RSE, dirigiendo las mismas a las necesidades más prioritarias de estas. Específicamente, es imperativo el análisis que hay que hacer de la cultura organizacional y la responsabilidad social de las empresas, como factores estratégicos dentro de las organizaciones.

Todo lo expresado en este artículo nos lleva a concluir que la RSE, cuando se integra a la cultura organizacional de las empresas, adquiere una dimensión sociocultural con la capacidad de establecer comportamientos o posturas integradoras, capaces de establecer relaciones duraderas con todos los interlocutores identificados, permitiendo de esta manera predecir que la RSE ya no puede ser considerada como una moda pasajera; por el contrario, llegó para convertirse en una manera de hacer negocios y garantizar la sostenibilidad de los mismos de aquí en adelante.

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