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Sostenibilidad financiera y el modelo del Canal

Olga Cantillo, gerente general Bolsa de Valores de Panamá

La sostenibilidad está al alza. Cada vez más, las decisiones en torno a asuntos organizacionales -y financieros- se analizan desde un enfoque integral, que tengan poco o ningún impacto colateral, y que representen algún beneficio para la sociedad. La época donde las empresas operaban sin compromiso social ni rendición de cuentas pasó a la historia. Para ampliar un poco más el enfoque de sostenibilidad y finanzas, El Faro conversó con la financista Olga Cantillo, vicepresidente ejecutiva y gerente general de la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex) con más de 30 años de experiencia en el sector financiero y bursátil nacional e internacional.

Olga Cantillo es presidenta de la Federación de Bolsas de Valores de Iberoamérica (FIAP), secretaria de la Asociación de Mercados de Capitales de Las Américas (AMERCA), y asesora independiente de la Iniciativa de la Bolsa de Valores de la ONU.

El tema de sostenibilidad está tomando relevancia universal, pero ¿cómo lo vinculamos con las finanzas?

A mi consideración, se trata de realizar inversiones responsables para facilitar la captación de recursos por medio de los sistemas financieros, a fin de lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU). En este sentido, las finanzas sostenibles promueven, de forma estructurada, la canalización de este capital hacia proyectos económicos que generen resultados sostenibles que contribuyan con el progreso de los ODS, bajo los factores ASG (ambientales, sociales y de gobernanza); algo que el Canal de Panamá viene haciendo desde hace años.

Uno de los componentes de las finanzas sostenibles es la ética, ¿por qué es importante?

La ética es importante en las finanzas y en todo; y esa es la parte más crítica, porque si no tienes un robusto cuerpo de gobierno corporativo en una empresa o un Estado, no puede darse una ejecución transparente y eficiente para la conservación del ambiente; tampoco se puede dar una atención adecuada a las necesidades sociales, y eso incluye a lo interno de cada empresa.

Por otro lado, cada vez se hace énfasis en el emprendimiento para la diversificación de nuestra economía, ¿qué piensa de eso?

Considero que es importante, y lo es desde diferentes puntos de vistas. Los emprendimientos están relacionados con el acceso a la tecnología, y estudios recientes demuestran que hay limitantes para las mujeres en este ámbito. Allí hay un impacto directo al ODS [No.5] relacionado con el empoderamiento de las mujeres, y eso también tiene una correlación con el ODS [No.4] de la educación. Para las empresas, es importante comprometerse en apoyar los emprendimientos, de una forma más activa y dentro de su ecosistema más cercano. Nosotros, en los mercados de capitales, es lo que buscamos, porque en la medida en la que las empresas puedan generar proyectos específicos que vayan orientados a atender estos temas, podremos tener finanzas sostenibles.

¿Qué le hace falta a Panamá, desde el punto de vista financiero, para ser un país desarrollado?

El tema de la ética es importante, así como la educación. Para avanzar, es vital un cambio en el sistema educativo de Panamá, y si lo llevo al aspecto financiero, se hace necesario incluir en los currículos temas básicos como las finanzas personales, o brindando un conocimiento [financiero] más especializado en la educación superior. Eso sería un avance importante. Y las empresas también deben sumarse. En el 2015, nuestra organización identificó la debilidad que hay en la educación bursátil, porque la educación en nuestro país está más orientada hacia la parte bancaria. Entonces, hemos desarrollado iniciativas que van desde charlas, webinars, alianzas con colegios, pasantías escolares y universitarias, y estamos planificando un diplomado en mercado bursátil, justamente para contar con más personas especializadas en este sentido. Además, estamos implementando un programa para el empoderamiento femenino. Este tipo de acciones nos ayudarán a convertirnos en un país desarrollado.

¿Cómo cree que el Canal de Panamá apoya la sostenibilidad financiera de nuestro país?

Si lo vemos en cifras simples, los aportes directos que da el Canal de Panamá al país son significativos, y destaco el aporte de más de B/.2,000 millones el año pasado. Y también hay que tomar en cuenta los aportes indirectos, que se convierten en un factor multiplicador para toda la sociedad. Pero, además de la parte cuantitativa, para los panameños, el Canal es uno de nuestros principales activos.

Como panameña, lo puedo decir: contamos con un sentido de pertenencia hacia el Canal, no solo por su papel logístico y en el comercio mundial, sino que es administrado por panameños, y eso tiene un componente importante. Por otro lado, el Canal ha sabido anticiparse y adaptarse a los cambios de todos estos años, como en el caso de la pandemia, donde el tránsito permaneció ininterrumpido.

Además, el Canal se ha reinventado. He leído sobre los cambios en la estructura de peajes, así como su compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono, y eso es digno de admirar.

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