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Siembra comunitaria en el corazón de Chilibre

Siembra comunitaria en el corazón de Chilibre - El Faro - Canal de Panamá

En la cumbre de una pequeña montaña, en la parte media del río Chilibre, está erigido un pequeño rancho equipado con un fogón y una hamaca.

Ahí José Suira descansa. A su alrededor, vecinos y amigos lo escuchan con atención, guardando distancia.

José está lleno de anécdotas, como aquella en la que salvó su vida después de ser atacado por un enjambre de abejas, o cuando a su hermano se le escapó un perico dentro de un autobús. Son los cuentos y recuerdos que mantienen con vida la tradición del relato oral.

Su sonrisa siempre afable le reviste de una tranquilidad que solo la brisa y el sol de las montañas otorgan a quien ha trabajado en el campo desde que era apenas un crío.

En ese campo que lo rodea se siembra yuca, ñame, maíz, café, papaya, plátano, guineo, guandú, y todo lo que se pueda para su alimentación o para poner a la venta, en especial en estos tiempos difíciles.

“Aquí lo que no se siembra es lo que no sirve”, admite José mientras suelta una risa amable y contagiosa. Después elabora un poco más: “Lo que pasa es que nosotros somos del interior, nuestros padres trabajaron en terrenos y fincas y con eso nos alimentaban. Al venir a la ciudad no se nos olvidó lo que hacíamos y al ver este monte libre pensamos: ¡vamos a trabajarlo!”.

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José Suira

Del legado a la organización

Oriunda de la provincia de Chiriquí, la familia de José se mudó a las montañas de Colón cuando él tenía seis años. A los doce empezó a labrar la tierra junto a su familia. La lección aprendida es la que, hoy a sus 57 años, le ha permitido sembrar y cosechar en estas tierras, ahora en comunidad.

En la actualidad, José Suira, preside el Comité de Agricultores Familiares de Villa El Carmen, una iniciativa nacida en junio de 2020 con el objetivo de organizar a los vecinos para trabajar por el bien común.

“Primero trabajábamos solos, cada uno por su lado, pero ahora nos organizamos”, explica Suira. “El globo completo que llevamos aquí son 69 hectáreas. Cada uno cogió una parcelita con la que podía trabajar. Ahora mismo trabajamos con 89 familias”, añade.

La idea de organizarse surgió desde antes de la pandemia, como explica Valentín Flores, quien forma parte del equipo de Gestión Socioambiental de la sección de Manejo de Cuenca del Canal de Panamá.

“Esta iniciativa se venía abordando a nivel de Consejo Consultivo antes de la pandemia, se veía la necesidad de ir organizando a los vecinos en cómo generar algo más de recursos y algo más de productos para que se les facilitara la canasta básica familiar”, explica Flores.

El proyecto había avanzado; sin embargo, debido a la emergencia nacional por la pandemia, se aceleró el proceso.

“Tuvimos reuniones con instituciones y varios organismos que participan del Consejo Consultivo porque se trata de una alianza donde también colaboran Mi Ambiente, MIDA [Ministerio de Desarrollo Agropecuario] y la comunidad”, explica.

De acuerdo con Flores, “la comunidad ha acogido muy bien este proyecto”.

Con la existencia de este comité, los vecinos de Villa El Carmen pueden optar más adelante a beneficios estatales como el acceso a semillas certificadas para la siembra, incluso a préstamos para sus proyectos futuros.

El trabajo se lleva a cabo en armonía en este sector de la subcuenca del río Chilibre y Chilibrillo.

Con la existencia de este comité, los vecinos de Villa El Carmen pueden optar más adelante a beneficios estatales como el acceso a semillas certificadas para la siembra, incluso a préstamos para sus proyectos futuros.

El trabajo se lleva a cabo en armonía en este sector de la subcuenca del río Chilibre y Chilibrillo.

Integración es la clave

El Canal de Panamá lleva a cabo diversos programas en la cuenca hidrográfica como el programa de Incentivos Económicos Ambientales y el de Vigilancia de la Cobertura Vegetal, entre otros, que buscan la participación comunitaria con el apoyo de instituciones estatales para buscar un beneficio común.

En términos de gestión participativa, el Canal de Panamá organiza talleres y brinda asesoría con los líderes de seis consejos consultivos y 26 comités locales.

Estos comités se determinan entre los tramos de los ríos (altos, medios y bajos).

Esto ha permitido agruparlos en seis regiones: Chagres – Alhajuela, Corredor Transístmico Colón; Chilibre y Chilibrillo; Paja, Pescado, Cañito y Baila Mono; Los Hules– Tinajones y Caño Quebrado; Cirí y Trinidad. El área en donde cosecha José Suira se ubica en la subcuenca de los ríos Chilibre y Chilibrillo.

“Me siento con más apoyo y más animado a seguir trabajando porque, primero, estábamos solos, no se sabía qué cosechaba el otro, pero ahora que nos hemos reunido, todo el mundo dice que le va bien”, así lo explica Suira. Uno de los puntos en donde se hace mayor énfasis es en la protección de los recursos hídricos; tema primordial que forma parte de la estrategia del Canal de Panamá en la cuenca.

Integrante de la comunidad en plena cosecha.

“Ellos están claritos que sin agua no hay vida, que sin agua no hay producción”, explica Valentín Flores. “Es importante que exista armonía entre la comunidad, el ambiente y el agua, así que les hemos exhortado a respetar el recurso hídrico y el ambiente”, añade.

José Suira coincide: “El ingeniero Valentín nos asesoró en muchas cosas. Una de las cosas que siempre nos ha dicho es que tratemos de reforestar la orilla de los ríos”.

Hacia las 11:30 a.m., uno de los miembros de la comunidad empieza a repartir platos de yuca hervida con puerco frito. Es la hora del almuerzo y convida a sus visitantes. Así, entre anécdotas alrededor de un fogón – y aunque
se guardan las distancias que exigen los tiempos – continúan las anécdotas; es el descanso natural antes de regresar a la faena.

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