El mes de marzo del 2020 será recordado por los panameños para siempre. La conferencia de prensa del Ministerio de Salud confirmando el primer caso de Covid-19 en el país captó la atención de la población entera, sin excepción, debido a una dramática realidad: desde ese momento se trastocaría la vida social, la salud, la educación, el crecimiento económico, los planes futuros como nación…todo.
Panamá se unió a la lista de países con reportes del mortal virus, en consecuencia, se hizo obligatorio acatar una estricta cuarentena, que implicó el cese de actividades y medidas de distanciamiento físico.
En ese panorama, las grandes empresas que por la naturaleza del servicio que prestan no podían detenerse, buscaron rápidamente la forma de funcionar en medio de la pandemia. Sin duda, el Canal de Panamá es parte de esa lista.
Pasar de las palabras a las acciones en una empresa con alrededor de 10 mil colaboradores representó un reto. ¿Qué se hizo?
“Desde el momento que se declaró la pandemia, el Canal de Panamá tomó medidas inicialmente enfocadas en una prioridad que era mantener la seguridad de la fuerza laboral”, cuenta Miguel Lorenzo, vicepresidente de Ingeniería y Servicios.
Con ese enfoque, el Canal se abocó a una compra de insumos sin precedentes. Mascarillas, gel alcoholado, productos de limpieza, y todo aquello que redujera las posibilidades de contagio para mantener la ruta acuática operativa hizo parte de lo adquirido.
Se sumaron las medidas que eran efectivas en el mundo, y desde el punto de vista del distanciamiento físico, el Canal priorizó la operación de tránsito para que, bajo ninguna circunstancia, se interrumpiera el paso por la ruta acuática.
“Todos aquellos colaboradores que estaban relacionados, de una u otra manera, con la operación de tránsito para que los buques no dejaran de pasar, se iban a mantener trabajando. El resto de la fuerza laboral tomó vacaciones o comenzó en teletrabajo”.
Por otro lado, las oficinas y áreas de trabajo fueron adecuadas según lo requerido por el Ministerio de Salud, y los colaboradores que retornaron a sitio, se sometieron a pruebas serológicas para poder identificar los casos positivos de Covid-19.
Transformación digital “adelantada”
Canal de Panamá, sistema bancario, telecomunicaciones, todos estos sectores tienen en común, además de la necesidad de mantenerse operativos durante la pandemia, el ser pilares de la economía panameña.
En el caso de los bancos, Aimeé Sentmat, presidenta ejecutiva de Banistmo reconoce que la transformación digital de los procesos tuvo que adelantarse.
“La gran mayoría de los bancos contábamos con activos digitales como bancas en línea, billeteras electrónicas, eCommerce (comercio electrónico), y habíamos comenzado a digitalizar los procesos de autogestionar la experiencia de los clientes, pero era gradual, mientras convivíamos con el mundo físico”.
Hacia allá caminaba la banca, sin embargo, el nuevo coronavirus hizo obligatorio acelerar el paso, y trajo consigo una realidad completamente distinta a la que existía antes de marzo 2020, dice Sentmat.
“Hoy los bancos estamos, en promedio, en un 60 % o 70 % de nuestros equipos de trabajo en teletrabajo o trabajo remoto. Eso era impensable antes de una pandemia como la que estamos viviendo hoy”.
Comunicados, ahora más que antes
La efectividad y el alcance de las telecomunicaciones también se han puesto a prueba en esta época de crisis sanitaria.
Julio Spiegel, presidente ejecutivo y gerente general de Más Móvil, explicó que el reto era encontrar “la combinación perfecta entre un horario flexible, trabajar desde la casa utilizando las herramientas que nosotros promovemos, permitirle a nuestros clientes hacer sus pagos con las capacidades digitales que correspondían y que pudieran adquirir o modificar sus servicios sin tener que ir presencialmente a una tienda”.
Spiegel contó que tal como en el Canal de Panamá y en los bancos, las decisiones en Cable & Wireless giraron en torno a la seguridad de los colaboradores, por ende, de los clientes.
“Tenemos alrededor de 500 colaboradores a los que llamamos los héroes de la conectividad, que han salido desde el día uno a reparar, a empalmar cuando hay corte de fibra, a hacer instalaciones a los colaboradores que la pandemia los sorprendió sin conectividad y a arreglar daños en un servicio que se está utilizando ahora más que nunca”.
Mientras esto ocurre en las grandes empresas panameñas, en el mundo la comunidad científica sigue intentando responder un amplio cuestionario sobre Covid-19 y su impacto. Lo que queda claro es que la mejor apuesta acá o allá será siempre por el factor humano.
“Para el Canal de Panamá es importantísimo que nuestra fuerza laboral esté sana, motivada y siempre dispuesta a dar lo mejor de sí para seguir la operación del Canal de Panamá”, concluye el ingeniero Lorenzo.