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Reforestación, promesa de la ampliación del Canal

Reforestación, una promesa de la ampliación del Canal - Revista El Faro - Canal de Panamá

Emprender el proyecto de ampliación del Canal de Panamá y aunado a ello la construcción del tercer puente sobre el Canal, siguen demostrado ser una gran decisión. La nación percibe las bondades económicas de haber seguido este camino, pero más allá de ello, los proyectos generaron beneficios que se percibieron directamente en diversas regiones del país.

Y es que el desarrollo de estas obras implicó un impacto ambiental que era necesario compensar. Tal como establece la Ley, el Canal de Panamá se comprometió a reforestar el doble del área que resultará impactada por los trabajos. Es así como se emprende, de la mano del Ministerio de Ambiente, la tarea de identificar sitios a nivel nacional, donde establecer estas plantaciones.

Había llegado el momento de emprender los proyectos de reforestación por compensación ecológica, y 1,308 hectáreas fueron alcanzadas con esta iniciativa, en la que se invirtió una suma que supera los 6.4 millones de dólares.  Dicha iniciativa fue implementada en regiones de las provincias de Chiriquí, Colón, Los Santos, Herrera, Coclé, Panamá, Panamá Oeste, comarca Emberá y comarca Madugandí.

El componente humano, una prioridad

Más allá de la inversión monetaria, se trata de aportar positivamente a la calidad de vida de las personas de estas áreas que acogen, de manera entusiasta, la posibilidad de mejorar sus métodos de producción y hacer más rentable su actividad agropecuaria, mientras ayudan con la conservación ambiental.  Es una opinión que comparten Alejandro Figueroa y Abdiel Delgado, especialistas del Canal de Panamá, que estuvieron a cargo del desarrollo de estas iniciativas.

En total, 533 familias aceptaron la invitación a participar y pasaron a formar parte de los beneficiarios directos, pero que no fueron los únicos, pues unas 2,145 personas obtuvieron una fuente de empleo temporal. Las familias  trabajaron en las labores de establecimiento y mantenimiento de estas plantaciones.

Rosalina Bacorizo, residente en la Comarca Emberá Arimae,  no tuvo dudas en que participar le traería beneficios, y al final no se equivocó. La producción de café y cacao le facilitó los recursos que necesitaba para que sus hijos pudieran seguir con sus estudios en la ciudad de Panamá y mejorar las condiciones de su hogar.

Al recorrer su plantación, a Eladia Conde, otra de las participantes, se le nota el orgullo por aquello que ha alcanzado.  Es un ejemplo que quiere traspasar para que sirva a sus descendientes. “Todo lo aprendido y logrado aquí, con este proyecto, será parte de lo que deje como herencia a mis hijos, aseguró.”

Historias como las de Rosalina y Eladia se repiten a lo largo de las provincias, allí donde además de establecer las plantaciones y de promover nuevas prácticas agropecuarias, se buscó dinamizar la economía local. Del total de la inversión, 1.6 millones de dólares fueron percibidos directamente en las regiones donde se ejecutaron los trabajos.

Aplicando las lecciones aprendidas

Todo la experiencia acumulada por los especialistas, en los proyectos de reforestación que se ejecutan como parte del adecuado manejo de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP), sirvió para ser aplicada en el resto de las provincias donde se identificaron las áreas a reforestar.

Desde el primer momento, se ha priorizado la capacitación y acompañamiento técnico para los beneficiarios, aseguró Figueroa al momento de explicar que se siguieron los mismos parámetros establecidos en la CHCP, en cuanto a buscar que los beneficiarios estén preparados para manejar adecuadamente sus plantaciones, pero también que cuenten con los conocimientos para mejorar el proceso de cosecha y post cosecha. En conjunto se traduce en una mejor rentabilidad a la hora de comercializar el producto.

“Un productor asociado gana mejor por su producto, obtiene mayores oportunidades de capacitación y puede alcanzar financiamientos de organismos internacionales”, añadió el especialista mientras explicaba que, lograr que los agricultores participantes se asociaran, formó parte de esas metas que se alcanzaron de forma exitosa.

Por su parte, Delgado añadió que se trata de un acompañamiento que se extiende a lo largo de los cinco años que dura el proyecto, en un periodo en el que, además de establecer las plantaciones, se asegura su debido mantenimiento, se continúa la capacitación del beneficiario y se generan plazas de trabajo temporales.

“Combinar los aspectos ambientales, económicos y sociales para la realización de estos emprendimientos ha sido parte del diario vivir de los especialistas que por años han trabajado en la CHCP y son experiencias que han generado resultados positivos que fueron aprovechados para aplicarlos también  fuera de esta zona”, enfatizó el especialista.

Impacto económico de la reforestación

Métodos y regiones.

Con la anuencia y colaboración de MiAMBIENTE, se establecieron las zonas en las cuales se podrían desarrollar las reforestaciones por compensación ecológica, la ubicación de cada una de ellas definió el método a utilizar, pues en las áreas protegidas y otros sectores se realizaron plantaciones para restaurar la cobertura vegetal. Mientras tanto,  en zonas específicas definidas por el ministerio, se impulsaron proyectos agroforestales, considerando mejorar el manejo ambiental y brindar beneficios para las familias participantes.

Los proyectos agroforestales se definen como sistemas de manejo dinámico en los que se combina árboles y cultivos agrícolas. En este caso, especies leñosas proveen coberturas vegetales protectoras como el cacao y el café, asociado con árboles frutales de uso mixto y maderables; con ello se diversifica y sustenta la producción con objeto de incrementar los beneficios económicos, sociales y ambientales de los usuarios.

Con los proyectos se intervino en zonas de gran importancia para el país, como el Refugio de Vida Silvestre El Cenegón en Herrera,  la Reserva Forestal Montuoso donde nace el río La Villa, el Centro de Investigación Forestal (CIFO), ubicado en terrenos de la Universidad Autónoma de Chiriquí, y el Parque Nacional Volcán Barú, entre otros.

Un aliado estratégico

El tema es observado con optimismo desde el Ministerio de Ambiente. Miguel Flores, Director Nacional del Desempeño Ambiental, explica que el seguimiento que realiza el Canal de Panamá sobre estas reforestaciones ha facilitado que se desarrollen de la manera correcta, lo que garantiza la compensación por las afectaciones generadas por la construcción de infraestructura.

Ingeniero Miguel Flores, Mi Ambiente

Destaca además el aspecto inclusivo de ese tipo de planes, que integran elementos para procurar bienestar a las comunidades donde se implementan. Señala beneficios que inician desde el proceso de instalación de los viveros con la generación de conocimiento y que se extienden a lo largo del tiempo. Estas áreas reforestadas protegen el ambiente y ayudan a mejorar la calidad de vida de los lugareños, en vista de los servicios ecosistémicos que proveen.

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