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¿Qué sería de Panamá sin bosques?

Hace poco alguien me preguntaba si los bosques hacen que llueva más: ¿Si cortamos los bosques llovería menos en Panamá? Sin querer abrir este debate, en el que hay personas y profesionales del área con opiniones diversas, investigaciones en curso y otras ya finalizadas, mi respuesta estuvo en función de qué pasaría si no hubiese bosques.  

Es importante tomar en cuenta que nuestra privilegiada posición geográfica, pero sobre todo nuestra estrechez y las escasas altitudes en las áreas montañosas, juegan un papel en la precipitación, ya que las nubes muchas veces cuando van cargadas de humedad se precipitan más fácilmente en las regiones donde hay altas montañas. En nuestro caso, no tenemos montañas de gran altura, pero tenerlas cubiertas de bosques contribuye a la condensación y su posterior precipitación. 

El bosque no es solo importante por el ciclo hidrológico, hay muchas aristas y seguirá el debate. Lo cierto es que debemos conservar los existentes y recuperar aquellos que escasean en áreas estratégicas, ya que de eso se trata el desarrollo sostenible.  

Hablar del bosque es hablar de paisajes maravillosos y distintos: los hay húmedos siempre verdes, secos, caducifolios, achaparrados, conífera, entre muchos otros. Adonde quiera que vayamos, son parte fundamental de la belleza escénica.  

En esos bosques hay una gran biodiversidad porque son pasajes que permiten que animales como los felinos recorran grandes áreas para alimentarse y sobrevivir. En mis caminatas por el bosque he sentido el olor a “gato” en el bosque; no lo vi nunca, pero sé que estuvo allí y tan solo imaginarlo fue maravilloso. 

Hablar de la recarga de agua al suelo, que llega a acuíferos y que posteriormente consumimos, depende grandemente de ellos. Sus hojas y raíces son parte importante del reciclaje de nutrientes, que sus ramas son el hogar de millones de aves y que por sus troncos muchos afortunados hemos escalado para jugar o disfrutar de sus frutos.  

Nuestros suelos son protegidos por el bosque, esas capas vegetales de diferentes edades y tamaños. Los bosques primarios, secundarios, jóvenes, rastrojo, sotobosque y bosques de galería brindan amortiguamiento a las gotas de lluvias y escorrentía que recorre las laderas, disminuyendo así la erosión y sedimentos que llegan a nuestros cursos de agua. 

Ya sea en la ciudad o en comunidades rurales, ¿por dónde prefieres caminar?, ¿donde hay áreas arboladas o por calles o caminos desprovistos de vegetación? Los árboles y bosques tienen ese efecto de aire acondicionado que se siente cuando nos metemos bajo su sombra. No olvidemos que ellos proporcionan gran parte del oxígeno que respiramos.  

Los bosques son muy importantes y sobre esto no existe debate alguno. 

Por Karina Vergara 
Especialista ambiental 

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