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Plataforma Participativa: una herramienta en busca de la sostenibilidad en la cuenca

Plataforma Participativa - Sostenibilidad - Revista El Faro - Canal de Panamá

La gestión integral de cuencas es un proceso complejo que busca coordinar y armonizar los intereses, las acciones y los impactos de los distintos actores que compiten por los elementos naturales producidos en dicho ecosistema. El principal es el agua, que por ser un bien natural finito, elemental para la vida y el eje de funcionamiento de las cuencas hidrográficas, ocupa un lugar central en los objetivos de la gestión.

Generar sostenibilidad en el territorio tiene que ver con la construcción de relaciones armónicas entre los aspectos sociales, económicos y ambientales. Lograrlo depende de un modelo de manejo con la capacidad de gestionar, participativa y concertadamente, los intereses y acciones que, de manera contradictoria, operan en el territorio, generando impactos negativos en el recurso hídrico e inequidades para su acceso y aprovechamiento.

Asamblea General de Consejos Consultivos de Cuenca.

En atención a su mandato constitucional, el Canal de Panamá, por medio de la División de Políticas y Protección Ambiental, durante 20 años ha desarrollado acciones para la conservación del agua, velando tanto por su cantidad como por su calidad, a través de una gestión integral de cuenca basada en la construcción de espacios participativos de coordinación, concertación e intervención. Este modelo ha permitido la construcción de alianzas estratégicas entre los actores que interactúan en el territorio, consolidando un modelo inédito de gestión de cuenca en el país.

La gestión integral de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP) es el resultado de un proceso participativo, sustentado en la investigación interdisciplinaria que permitió comprender, desde el ámbito de los distintos saberes, el tipo de interacción que ocurría entre la población y su entorno.

El conocimiento adquirido proporcionó evidencias para implementar programas basados en las dimensiones de la sostenibilidad, que incidieran en la transformación de los modelos de desarrollo que tradicionalmente se ejecutaban en la Cuenca.

El modelo se sustenta en el concepto de sostenibilidad y contempla seis ejes integradores (ver cuadro) que permiten orientar desde una perspectiva holística el quehacer de los programas y proyectos, tomando en cuenta lo complejo del territorio. Debemos resaltar que el modelo es un proceso constructivo desarrollado en diferentes etapas, iniciando por las dimensiones sociales y ambientales de la sostenibilidad.

Las dimensiones

En la dimensión social, se inició trabajando en la organización y consolidación de la plataforma participativa de la CHCP como ente de concertación y consulta para la gobernanza del agua, promoviendo, a su vez, la formación del capital humano.

En la dimensión ambiental, se desarrollan acciones que van enfocadas a construir una cultura ambiental para la conservación y monitoreo de los aspectos naturales y, en especial, el agua.

Y en la dimensión económica, se impulsan modelos de asociatividad productiva que promueven emprendimientos verdes, generando ingresos a las familias que viven dentro de la cuenca y para mejorar su calidad de vida.

La interrelación de estas dimensiones, y el entendimiento que no es posible asegurar la conservación de los recursos hídricos de la Cuenca si no se logra un equilibrio entre ellas, llevó recientemente al Canal de Panamá a aumentar el alcance de sus intervenciones en el territorio. Hoy día se trabaja con mayor énfasis en el desarrollo social y económico de las comunidades, gestionando proyectos que contribuyan a mejorar las condiciones de abastecimiento de agua y saneamiento, la satisfacción de las necesidades alimenticias mediante la agricultura familiar, el fortalecimiento de la identidad de las comunidades con el territorio donde habitan, la generación de modelos de negocios sostenibles, entre otras.

Plataforma participativa de la Cuenca

La fortaleza y potencialidad del modelo de gestión descansa sobre la plataforma participativa como espacio de coordinación, concertación de intereses e implementación de acciones concretas. Su estructura flexible, permite la participación de distintos actores (institucionales, sector privado, academia, organizaciones no gubernamentales y organizaciones comunitarias) en función de una gestión sostenible del territorio. En términos estratégicos, es un espacio de mediación e interacción para el alineamiento funcional y sostenible de intereses y visiones de actores en competencia por el agua. Una estructura para la gobernanza del agua, sin espacios de participación, tendrá poco control en las acciones de los actores y, como consecuencia, menos capacidad de mitigar impactos sobre el recurso hídrico.

La plataforma participativa se centra en seis (6) regiones hídricas de trabajo, y está conformada por 27 Comités Locales, seis Consejos Consultivos de Cuenca y una Red de Jóvenes Ambientalistas. Estas organizaciones se definen como instancias locales y regionales establecidas para una adecuada gobernanza socioambiental de los territorios de la Cuenca.

El aporte de esta plataforma al modelo de desarrollo sostenible es fundamental y su éxito se sustenta sobre la base de dicha plataforma, debido a que el Canal definió una visión que contempla estrategias con un enfoque metodológico participativo y horizontal en las que ha sido clave el gradual y creciente papel de las comunidades como gestoras de su propio desarrollo local, mediante un proceso de construcción social que facilita una visión de sus territorios a partir de una unidad de trabajo que es el concepto de cuenca, subcuenca y microcuenca.

Desafíos para la gobernanza del agua

A dos décadas de la reversión del Canal, se puede contar como avance, la evolución gradual de un modelo de gestión hídrica con un fuerte componente participativo de quienes residen en la CHCP, ha logrado conservar y recuperar zonas estratégicas para la conservación del agua.

Sin embargo, persisten desafíos importantes para el manejo integral y sostenible de esta importante región. Entre ellos, el crecimiento urbano y periurbano que ejerce presión sobre la Cuenca y sus áreas protegidas, lo que nos sitúa ante otro desafío como el de fortalecer los modelos participativos en áreas urbanas y lacustres dentro de la Cuenca, para lo cual es importante contar con los aportes de la academia y de la investigación científica que se ajusten a las complejidades del capital social urbano y lacustre.

La descentralización municipal trae consigo oportunidades y desafíos; en este sentido, se debe posesionar a la plataforma participativa como un mecanismo aliado de los gobiernos locales para la gestión de Cuenca, siempre conservando el principio de colaboración transparente con la ciudadanía.

Un último desafío se vincula con acentuar esfuerzos para la articulación de nuevos actores emergentes que desde una lógica de gestión social de los territorios han aportado a la cohesión de las organizaciones en una perspectiva intergeneracional: las mujeres y los jóvenes.

La autora es socióloga y especialista interdisciplinaria de la División de Políticas y Protección Ambiental.

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