Este corpulento escarabajo es un gigante entre los insectos que habitan los bosques canaleros y al mismo tiempo, está entre los más grandes del mundo. Su nombre es Megasoma y si hacemos una analogía con la escala de los buques, diríamos que por su tamaño es un “escarabajo neopanamax”.
Además de sus notables dimensiones, Megasoma capta nuestra atención por su sencilla pero práctica anatomía, diseñada para enfrentarse a los retos por la supervivencia del más apto.
El escarabajo Megasoma macho mide en promedio entre 10 y 13 centímetros. Su cuerpo es de estructura robusta y voluminosa, tiene varios elementos ornamentales en su exoesqueleto. La cabeza posee un prominente cuerno principal que se bifurca en la punta, lo utiliza cuando combate con otros machos por alimento o pareja.
Posterior a la cabeza, sobresalen otros dos cuernos puntiagudos que se proyectan hacia adelante. Su sólida armadura quitinosa, se complementa con seis patas largas y curveadas para sujetarse a la corteza irregular de los árboles. Están reforzadas con fuertes espinas que utiliza en la defensa y como apoyo en la tracción. Las hembras de esta especie son más pequeñas y desprovistas de ornamentos.
Los escarabajos son beneficiosos para el bosque, porque reciclan los nutrientes y airean el suelo. Para reproducirse exitosamente, requieren bosques con grandes troncos caídos y abundante materia orgánica.
La hembra deposita los huevos generalmente en madera descompuesta o en el suelo, un par de semanas después nacen las pequeñas larvas. Estas viven en troncos caídos donde se alimentan y procesan la madera, la desintegran y aceleran su descomposición. Luego de varios procesos naturales, esta materia orgánica rica en nutrientes se incorpora al suelo del bosque para ser aprovechada por la vegetación.
De igual forma, los escarabajos juegan un rol en la cadena alimenticia como fuente de proteínas para otras especies. Su principal enemigo es la pérdida de hábitat debido a la destrucción de las selvas tropicales. Sin los bosques maduros, con abundantes troncos caídos en descomposición, sus larvas no podrían desarrollarse y la población de esta especie terminaría declinando.
Otras amenazas están el campo de la entomología cultural a través del comercio de especies, ya que es muy apreciado por coleccionistas de insectos. Además, se utiliza para fabricar accesorios de joyería y como mascotas exóticas en ciertos lugares del mundo, fenómeno de mucho auge en las últimas décadas.
La conservación de los bosques cimienta las bases para la supervivencia de las especies que lo habitan, proveen refugio, alimento y otros factores que les brindan condiciones óptimas para que logren reproducirse y tengan continuidad biológica.
El Canal de Panamá no escatima esfuerzos en reconocer el valor intrínseco de la inmensa biodiversidad a lo largo de la vía interoceánica, por eso resguarda activamente el patrimonio biológico para las generaciones futuras.
Megasoma, un coloso de aspecto primitivo y aire belicoso conquistó un lugar entre el cosmos de insectos que pululan la Cuenca del Canal, un territorio agreste, repleto de incontables criaturas silvestres que pocos han visto, y cuyas historias y secretos apenas se conocen.
Nombre científico: Megasoma elephas
Datos: Es una especie nativa de nuestro país. Se le llama también escarabajo elefante o escarabajo rinoceronte. Es muy activo durante la noche. Sus larvas se alimentan principalmente de materia orgánica como hojas y madera podrida. El adulto se alimenta de frutos, flores y la savia de ciertos árboles. Su ciclo de vida es largo, puede tomar hasta tres años para convertirse en adulto, dependiendo de las condiciones que encuentre en su hábitat. Cuando llega a esta etapa vive alrededor de un año.