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La Causa Panameña

Por: Jean-Sébastien Pourcelot y Esteban Zabala

La histórica votación en el pleno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 1973 —con la que Panamá se apuntó una importante victoria diplomática sobre los Estados Unidos al encauzarlos a vetar un proyecto de resolución que contaba con el apoyo de 13 de los 15 países miembros de dicho organismo— impulsó al Gobierno panameño a seguir aprovechando el escenario internacional para expresar su insatisfacción con un proceso negociador que continuaba sin reconocer la totalidad de sus aspiraciones. 

Por ello, las autoridades panameñas diseñaron una estrategia diplomática en la que utilizaron foros y reuniones bilaterales con gobernantes de otros países para visibilizar el “problema canalero” con el fin de crear una red de apoyo que presionara a los Estados Unidos a flexibilizar su reticente postura con respecto a las demandas de Panamá.  

Esta campaña (hábilmente ejecutada por el general Omar Torrijos y los diplomáticos Aquilino Boyd y Juan Antonio Tack, entre otros) se llevó a cabo en paralelo al proceso de negociación entre Panamá y los Estados Unidos (1973-1977) y logró sumar un abrumador apoyo internacional hacia la denominada “Causa Panameña”. 

¿Cuál era la Causa Panameña?

Se refiere a un discurso que articulaba las aspiraciones de Panamá en torno a las negociaciones canaleras como parte de un proceso descolonizador en la que la Zona del Canal era presentado como un “enclave colonial” estadounidense clavado en medio de su territorio en donde, además, los panameños eran discriminados. Este planteamiento estuvo fuertemente influenciado por la situación política global de la época, marcada por el desarrollo de la Guerra Fría, el desprestigio internacional de los Estados Unidos por su participación en la guerra de Vietnam y el escándalo de Watergate, así como los procesos de independización en África y el Caribe de los otrora imperios europeos. 

Por tanto, este contexto fue fundamental para la estrategia del Gobierno panameño, que dirigió este discurso a países latinoamericanos, africanos y asiáticos, ya que la descolonización y la discriminación eran temas muy sensibles para ellos. 

El frente latinoamericano

Uno de los principales frentes en donde se libró esta ofensiva diplomática fue en el “patio trasero de los Estados Unidos”: América Latina, región de gran valor estratégico para los estadounidenses en su afán de defender el hemisferio de la creciente influencia del comunismo dentro del contexto de la Guerra Fría. Por esta razón, el Gobierno panameño enfocó gran parte de su atención en crear un bloque de apoyo continental a su favor compuesto tanto de aliados de los Estados Unidos como de sus adversarios (como Cuba, con quien Panamá reanudó relaciones diplomáticas a pesar de la negativa estadounidense). 

Caricatura de Fidel Castro, primer ministro cubano, y Torrijos fumando puros juntos e incomodando a los Estados Unidos. Autor: Carlos «Chic» Martínez. 13 de enero de 1976. Fuente: Colección Museo del Canal.

A medida que se iban emitiendo declaraciones de apoyo por parte de varios gobernantes de América Latina, era evidente el surgimiento de una unidad regional con respecto al problema canalero, el cual dejó de percibirse como un tema estrictamente bilateral, sino más bien como un asunto continental de carácter neocolonialista que afectaba la dignidad de los países de la región por el irrespeto que representaba a la soberanía de una nación independiente como Panamá.  

Por ejemplo, una declaración conjunta firmada en 1974 por el presidente de Argentina, Juan Domingo Perón, y el General Torrijos (recuperada por la historiadora Andrea Miranda) demuestra cómo la Causa Panameña resonaba con las luchas de otras naciones latinoamericanas: 

[Panamá y Argentina] CONCUERDAN en aunar sus mayores esfuerzos a fin de lograr la definitiva eliminación de todo vestiglo de colonialismo o neocolonialismo en el continente, y en este sentido, la República de Panamá reafirma su solidaridad y total apoyo a la República de Argentina en la reclamación que esta mantiene sobre las Islas Malvinas…[y] la República Argentina [expresa] su plena identificación con la República de Panamá en sus legítimas demandas referidas al Canal de Panamá y la recuperación de su territorio actualmente denominado Zona del Canal de Panamá.

Caricatura de los presidentes de Venezuela (Carlos Andrés Pérez), Colombia (Alfonso López Michelsen) y Costa Rica (Daniel Oduber) junto con Torrijos enterrando el colonialismo. Autor: Carlos “Chic” Martínez, 29 de marzo de 1975. Fuente: Colección Museo del Canal.

El frente de los países no alineados

Otro grupo de gran importancia para Panamá fue el Movimiento de Países No Alineados, un organismo creado en el contexto de la Guerra Fría y conformado por naciones que se distanciaba de los dos principales bloques, los Estados Unidos y la Unión Soviética, manteniéndose “neutral” ante el conflicto, de ahí su nombre.

La agrupación la formaron países del continente africano y asiático (muchos de estos con pocas décadas de haberse independizado) para quienes la descolonización y discriminación eran temas que resonaban con su pasado reciente.

Si bien varios países que formaban parte de este organismo habían expresado su solidaridad a la Causa Panameña desde 1973, fue en la V Cumbre del movimiento celebrada en Sri Lanka (1976) en donde Panamá logró obtener un apoyo masivo por parte de este bloque.

En dicho foro, 86 miembros aprobaron una resolución que expresaba su solidaridad con la “justa” lucha emprendida por el pueblo panameño para reivindicar los derechos de Panamá sobre la Zona del Canal y reafirmaba su apoyo al “control del Canal de Panamá por parte de los panameños”.

Caricatura de Omar Torrijos saliendo de Sri Lanka con los votos de apoyo del Movimiento de Países No Alineados. Autor: Carlos “Chic” Martínez, 19 de agosto de 1976. Fuente: Colección Museo del Canal.

El efecto de la Causa Panameña

Si bien la presión ejercida por la comunidad internacional no fue el único factor que condujo a que se concretaran algunas de las aspiraciones panameñas en los tratados, indudablemente colocó el problema canalero en el radar político del gobierno estadounidense y convirtió su resolución en un asunto que tendría repercusiones internacionales.

Según la investigación desarrollada por el Museo del Canal, al menos 97 países apoyaron la Causa Panameña, ya sea en reuniones bilaterales o en foros multilaterales entre 1973 y 1977, la mayoría de estos llevados a cabo en los continentes de América, Asia, y África.

Tal como Sol Linowitz, uno de los negociadores estadounidenses, reconocería en vísperas a la firma los Tratados Torrijos-Carter: “La reacción favorable de los Estados Unidos a un nuevo tratado tendrá un impacto altamente favorable en toda América Latina y el resto del mundo menos desarrollado”.

Mapa con los países que apoyaron la Causa Panameña entre 1973 y 1977.

Para conocer más sobre el proceso de negociación y ratificación de los Tratados Torrijos-Carter, te invitamos a visitar la nueva sala del Museo del Canal “La Ruta por la Soberanía: 1964-1999″.

Los autores son investigadores del Museo del Canal Interoceánico.

 

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