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Esquiva temporada lluviosa

Aguaceros intermitentes caen sobre distintos puntos del país; un claro indicio de que lentamente inicia el proceso de transición hacia una temporada lluviosa que, en esta ocasión, se ha hecho esperar más de lo normal. Es un acontecimiento que ha tenido impacto en el sistema de lagos del Canal, de donde se extrae el agua para abastecer a más del 50 % de la población y se garantiza la operación de la vía interoceánica.

Este comportamiento del clima es seguido de cerca por los especialistas del Canal. Se trata de una tarea habitual, pero que en esta ocasión, se reviste de mayor importancia pues, según lo ha anunciado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la llegada del fenómeno de El Niño es prácticamente inminente para los próximos meses.

Erick Córdoba, gerente (encargado) de la División de Agua del Canal de Panamá, confirma que experimentamos una temporada seca extensa, pues han sido cinco meses y medio en los que no se registraron lluvias significativas en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP); es decir, dos semanas menos que la temporada más extensa de la que se tiene registro y que duró seis meses.

Esta realidad le pasa factura a los lagos Alhajuela y Gatún, que durante estos meses se han deprimido hasta llegar a niveles mínimos.

“Los reservorios han sufrido un impacto significativo sobre la producción de agua potable, ante todo la potabilizadora Federico Guardia Conte, que es la más grande del país y tiene su toma de agua en el lago Alhajuela,” explicó Córdoba.

Agregó que ha sido necesario implementar ajustes de calado para los buques neopanamax que transitan por la vía interoceánica, y hasta que se logre normalizar la situación, deberán pasar con menos carga.

Son medidas que de no iniciar pronto las lluvias se tendrían que incrementar, aseguró el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez Morales, al tiempo que explicó que el Canal se encuentra ante la necesidad de fortalecer las acciones para ahorrar la mayor cantidad de agua posible y así enfrentar la actual situación.

Recordó que esta no es una situación nueva; ya en años anteriores se han presentado eventos extremos en cuanto a sequías; el hecho de que hayan ocurrido en años tan recientes como 2016, 2017 y 2019 habla del incremento en la frecuencia de estas anomalías, y que se trata de acontecimientos que se presentan mucho más rápido.

Abastecer a la población, un compromiso de todos

“Un aumento en el volumen de tráfico, así como en el tamaño de las esclusas, ha originado que el Canal necesite más agua; sin embargo, las estadísticas indican que es el agua para potabilizar donde existe el mayor ritmo de crecimiento en cuanto al uso del líquido que se almacena en el sistema de lagos del Canal,” sostuvo el Administrador.

Para Vásquez, se trata de un problema nacional y es necesario realizar un trabajo conjunto con las autoridades en busca de alternativas. Fundamentó su afirmación en que hace algunos años, la extracción diaria para el abastecimiento a la población era similar al volumen de agua que se requiere para realizar cinco tránsitos, cifra que crecerá a más del doble según las proyecciones que manejan los especialistas del Canal.

Atendiendo esta realidad, el Canal de Panamá ha contribuido con iniciativas como la formulación y estudios del Plan Nacional de Seguridad Hídrica (PNSH) 2015-2050, y más recientemente en el año 2020, emprendió el Programa Hídrico (PH), que busca identificar aquellas alternativas que le permitan garantizar el agua para abastecer a la población, las operaciones del Canal y las actividades productivas durante los próximos 50 años.

El futuro en medio de un clima inestable

En materia hídrica, Panamá pudiera ser considerado una nación privilegiada: es el quinto país con mayor precipitación en el mundo y el primero de la región centroamericana. Toda esa cantidad de agua se distribuye a través de 52 cuencas hidrográficas de las que tiene plena soberanía; es decir, que estos ríos nacen y desembocan al mar en territorio panameño.
Sin embargo, aunado al impacto de alteraciones cíclicas como el fenómeno de El Niño, también es necesario considerar las predicciones sobre el cambio climático, esa amenaza global que está en evolución y de la cual Panamá no escapa.

En palabras de la Dra. Ligia Castro, directora nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), las seis regiones hidroclimáticas del país experimentarán gradualmente variaciones drásticas en el régimen de lluvias y en las temperaturas máximas diurnas y mínimas nocturnas.

Ligia Castro de Doens, directora nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente.

“No solo lloverá menos, sino que lo hará de forma distinta, y esto nos pone ante la realidad de que los pueblos y ciudades del país fueron diseñados para un clima que ya no existe,” sintetizó Castro, quien impulsa los esfuerzos para promover que los distintos sectores estén al tanto de estos retos y se sumen a los planes de adaptación que serán necesarios para afrontarlos.

En el tema de administración del recurso hídrico, Castro elogió el recorrido del Canal de Panamá, así como el programa que lleva adelante en busca de las alternativas de agua a futuro. En este sentido, agregó que para el resto del país, como parte de las acciones de preparación al cambio climático, se ha priorizado el plan de adaptación para cuencas hidrográficas, a fin de hacerlas más resilientes, garantizar agua para los diferentes usos y también para mantener saludables a los ecosistemas.

El primero de los retos

Que la temporada seca se extendió más allá de lo esperado es una realidad, y ante la presencia del fenómeno de El Niño que trae consigo una acentuada disminución de las lluvias, el primero de los retos será finalizar el 2023 con los lagos Gatún y Alhajuela con suficiente agua almacenada para hacer frente a la temporada seca del próximo año.

En este sentido, Córdoba mencionó que bajo las circunstancias actuales, nos enfrentaríamos a un 2024 muy difícil si no se logra recuperar el nivel de los lagos, luego de todo el líquido que ha sido necesario utilizar durante los últimos meses en los que las lluvias fueron casi nulas.

Para intentar lograrlo, el Canal extenderá las medidas de ahorro de agua que habitualmente rigen durante la temporada seca, pero que en esta oportunidad será necesario mantener los próximos meses. Córdoba detalló que con esto se buscará recuperar el volumen de agua utilizada en esta temporada seca tan extensa y así afrontar los desafíos de la próxima.

El Canal gestiona responsablemente el uso del agua para consumo humano y su operación. Por ello, emprende las acciones necesarias para garantizar la disponibilidad de este recurso a mediano y largo plazo con acciones que permitan brindar un servicio confiable y competitivo.

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