Si el agua representa para el Canal de Panamá la sangre que impulsa su movimiento, su Cuenca Hidrográfica es el alma de esta gran obra de ingeniería.
Con esto en mente, y para resaltar la importancia de proteger el recurso hídrico del Canal, se lanzó recientemente el documental: “El alma de la Cuenca“, en el marco de la celebración del Día Internacional del Agua.
El documental producido por la Fundación Albatros Media, por solicitud del Canal de Panamá, describe las particularidades geográficas y sociales que caracterizan a las seis regiones en las que ha sido segmentada esta zona, a fin de facilitar la implementación de los diferentes programas socioambientales destinados a su adecuado manejo y a la protección del recurso hídrico.
Este material audiovisual describe los atributos de la Cuenca y hace énfasis en las comunidades que la conforman. Estos moradores juegan un papel importante en la conservación del agua, por lo que se busca contribuir a su desarrollo, siempre en armonía con el ambiente que ayudan a proteger.
Nuestra Cuenca: Gente Agua y Ciencia
El documental fue estrenado durante el foro “Nuestra Cuenca: Gente, Agua y Ciencia”, que se desarrolló en el Canal de Panamá, en celebración del Día Mundial del Agua y del Día Meteorológico Mundial, ambas fechas de suma importancia para la organización.
Durante el foro, moderado por Oris Sanjur, subdirectora del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, destacados profesionales canaleros, en compañía de un líder comunitario de la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP), tomaron como referencia el documental para analizar la importancia de la gestión socioambiental que se desarrolla en la Cuenca, tanto en el presente como en el futuro.
Además, se enfatizó en los proyectos del Programa Hídrico, que buscan garantizar el agua para consumo de la población y las operaciones canaleras por las próximas décadas.
Gente
“Son más de 240,000 personas que interactúan de manera permanente en la CHCP,” asegura Ignacio Ochoa, presidente del Consejo Consultivo de Chilibre y Chilibrillo. Ochoa participó del evento en representación de quienes habitan en este territorio en el que cae, en forma de lluvia, el agua con la que se abastece a más del 50 % de la población panameña y se garantizan las operaciones canaleras, así como otras actividades productivas de las provincias de Panamá, Panamá Oeste y Colón.
Para Ochoa, aunque aún hace falta mucho por hacer, la visión del Canal en cuanto a organizar y sumar a las comunidades que están dentro de la Cuenca, ha rendido sus frutos, producto del trabajo de 20 años. En estas dos décadas se ha implementado las plataformas participativas, desde las cuales la población organizada puede actuar en diferentes frentes y que facilitan una acción conjunta para la protección ambiental.
La educación ambiental es uno de los temas prioritarios; por ello, la comunidad organizada incide a nivel de las escuelas, la Red de Jóvenes Ambientalistas y en los consejos consultivos. “El tema económico también es de suma relevancia,” aseguró el líder comunitario que considera que hoy existe más conciencia entre los lugareños sobre la importancia de seguir produciendo para impulsar el desarrollo del área, pero haciéndolo de forma responsable con el ambiente.
Son planteamientos con los que coincide Magnolia Calderón, vicepresidenta (encargada) de Administración del Recurso Hídrico.
“La participación de los vecinos es clave para la adecuada gestión de la Cuenca, pues no se puede hablar de desarrollo sostenible sin incluir a la gente, cuyo papel es determinante en estos procesos”, destacó.
Además, hizo énfasis en que como parte de las acciones de las plataformas participativas, se suman otros actores, como las instituciones, las autoridades locales, el sector productivo, las ONG y otros, que aportan a la causa, luego de que, como parte del proceso, ya son conscientes del rol que les corresponde desempeñar.
Agua
El agua es la materia prima que echa a andar la maquinaria del Canal de Panamá. Por ello, está en marcha el Programa Hídrico, una iniciativa con la que busca dotarse de un sistema optimizado de administración del recurso, enfocado en garantizar el abastecimiento de la población y las operaciones canaleras por los próximos 50 años.
John Langman, vicepresidente de la Oficina de Proyectos Hídricos, explicó que, tras la contratación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés), se trabaja mancomunadamente en el análisis de toda la información relacionada a los estudios previamente desarrollados, para luego establecer una serie de proyectos con los cuales se buscará asegurar el líquido para satisfacer las demandas durante las próximas décadas.
Destacó que el componente socioambiental es esencial, por ello estará presente en todas las etapas del Programa, a través de tres ejes: el social, que contempla acciones con otras instituciones para incidir en la atención de problemas como el abastecimiento de agua y tratamiento de los desechos sólidos; el ambiental, con el que se lucha para mantener la cobertura boscosa a través de programas de incentivos económicos; y el aspecto económico, impulsando actividades sostenibles dentro del territorio.
Ciencia
Para una adecuada administración del agua, la ciencia juega un papel fundamental. Así lo tiene claro el Canal de Panamá, que cuenta con registros hidrológicos de más de 70 años, en los cuales le ha seguido la pista al comportamiento del clima a través de sus 58 estaciones hidrológicas.
“La ciencia nos ha permitido, a través de estas observaciones, medir la cantidad de lluvia que cae en el territorio, así como el comportamiento y recurrencia de los eventos extremos, ya sea de lluvias intensas o de sequías,” aseguró Gloria Arrocha, meteoróloga del Canal de Panamá.
Considera que la ciencia, a través de sus adelantos, permite cuantificar esta información para utilizarla de manera efectiva en la administración del recurso hídrico y al momento de hacer frente a estos eventos extremos.
El Canal de Panamá continúa promoviendo actividades para destacar la importancia del agua y su rol en el desarrollo del país, y cómo el trabajo conjunto con las comunidades que conforman la Cuenca ha sido y será clave para hacer frente a los retos que ha traído consigo el cambio climático, y para asegurar el recurso para las próximas generaciones.