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El efecto dominó del clima y el comercio

El efecto dominó del clima y el comercio - El Faro - Canal de Panamá

 

Son las 6 de la mañana. La ciudad de Panamá comienza su ajetreo diario. El metro, los restaurantes y cientos de comercios se alistan para iniciar su rutina. A la misma hora, el Canal de Panamá ya está en pleno funcionamiento. Un portacontenedores es el sexto de 35 buques que hoy utilizarán la vía interoceánica.

A diario, un promedio de 35 a 37 embarcaciones transita por el Canal, sin embargo, ese número puede variar por múltiples factores.

Como ruta del comercio mundial, la actividad a través del Canal de Panamá está directamente ligada a lo que ocurre con la economía global. Esto fue evidente durante la pandemia de la Covid-19.

Entre mayo y julio de 2020, el movimiento de buques por el Canal de Panamá se redujo en alrededor de 20 %, producto de los efectos de la pandemia en el transporte marítimo.

El Canal refleja mucho los flujos de comercio dependiendo de la oferta y demanda que haya mes a mes, y año con año”, explica Silvia Marucci, gerente de Análisis de Mercado del Canal de Panamá.

Pone como ejemplo los portacontenedores, el principal segmento de tránsitos por la vía panameña. “Durante la pandemia se vaciaron los inventarios y con la reapertura económica, las empresas empezaron a rellenar estos inventarios. La demanda de bienes terminados ha sido sostenida por los estímulos que el gobierno de Estados Unidos le ha dado a los ciudadanos y a las empresas”, agrega la especialista.

Otros movimientos comerciales que inciden sobre el comportamiento del Canal de Panamá son los acuerdos entre los países. “En enero se firmó la fase uno del intercambio de bienes entre China y Estados Unidos, y en ese acuerdo se aprobó que China comprara granos y productos agrícolas a los Estados Unidos, y en el transcurso del 2020 hemos visto un incremento en los flujos de frijol de soya”, detalla.

No solo los flujos comerciales en otras latitudes inciden sobre la demanda por el Canal, también los fenómenos climáticos que golpean a otras latitudes puedan causar efectos en la ruta.

Por ejemplo, entre septiembre y octubre de 2020, el Canal de Panamá registró el impacto de los huracanes que azotaron
los puertos de la costa este de Estados Unidos, provocando la acumulación de embarques que llegaron prácticamente que a la vez a la vía panameña, al haberse retrasado sus salidas por las condiciones climáticas.

Situaciones como estas provocan el arribo de buques en bloque y hasta por encima de lo esperado, lo que obliga a ajustar los recursos y las operaciones del Canal para acomodar la demanda. Pero, también los factores climáticos domésticos afectan la capacidad de la vía acuática. Uno de los más comunes es la neblina a lo largo de su cauce.

El gerente de Operaciones de Tránsito del Canal, Guillermo Manfredo, explica que ante estas situaciones los buques deben, por seguridad, interrumpir su tránsito en el área donde se registra la condición climática.

Esto, a su vez, ocasiona un aumento en el tiempo de tránsito de los buques debido a que han debido parar en los lugares donde no teníamos programado debido al efecto de la neblina”, relata Manfredo.

Para dimensionar el impacto de fenómenos como la neblina, solo hay que ver que en los últimos cinco años el Canal de Panamá ha registrado anualmente un promedio de 60 días con esta condición del clima, y cada caso afecta entre seis y siete buques, lo que nos lleva a unos 360 a 420 tránsitos por año.

Eventualidades

A lo largo de sus más de 100 años de operaciones, el clima ha sido el elemento externo que más ha llegado a repercutir sobre la continuidad de los tránsitos por la ruta interoceánica.

En cambio, internamente, el Canal de Panamá tiene mayor control y programa rigurosamente cualquier mantenimiento
o trabajos de dragado dentro de su cauce, para que nunca se interrumpa el paso de las embarcaciones, siempre coordinando cualquier movimiento de equipos o de personal.

Uno de los retos más importantes de los mantenimientos es hacer que estos trabajos impacten lo menos posible la operación de tránsito tomando acciones que nos permitan maximizar el uso de las esclusas durante las tareas de mantenimiento o dragado”, anota Manfredo.

Enfrentado a un fenómeno completamente inesperado que podía afectar sus operaciones, como fue el caso de la pandemia de la Covid-19, el Canal de Panamá adoptó múltiples medidas que le permitieron proteger la integridad de su equipo humano, a la vez que permitía el transporte ininterrumpido de bienes esenciales entre las más de 140 rutas marítimas que confluyen aquí.

Esta capacidad de ajuste fue incluso, reconocida por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, que destacó la resiliencia y capacidad del Canal de Panamá para adaptarse a la realidad que impuso la pandemia, a fin de proteger a su equipo humano y garantizar las operaciones de la vía, permitiendo cumplir su misión de seguir conectando al mundo.

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