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Panamá conmemora el séptimo aniversario de la ampliación del Canal

El 26 de junio de 2016, miles de personas observaron el inicio de una nueva era para el país con la inauguración de la ampliación del Canal de Panamá.

Las nuevas esclusas dieron paso al tránsito del buque portacontenedores Cosco Shipping Panama, marcando un antes y un después para el movimiento de carga en el mundo, mientras el Canal cumplía su misión de traer mayores beneficios al país.

La ampliación del Canal se convirtió en el mayor proyecto de construcción emprendido desde su apertura original en 1914, permitiendo a la vía acuática ofrecer a las navieras, fabricantes y consumidores mayores opciones de transporte, un mejor servicio marítimo, mayor rentabilidad para la cadena de suministro y sostenibilidad.

La ampliación también abrió la vía navegable al 90 % de la flota mundial de buques de Gas Natural Licuado (LNG por sus siglas en inglés) por primera vez en 2016, lo que supuso un importante ahorro de tiempo para los productores de GNL de Estados Unidos y Latinoamérica a la hora de exportar a la costa oeste de Sudamérica y Asia.

Además, aumentó el ahorro de emisiones de la ruta para los clientes al permitirles transportar mayores cantidades de carga con menos viajes, reduciendo tiempos, combustible y las emisiones de manera significativa.

Esto ha provocado un efecto multiplicador en la economía local y mundial, repercutiendo en el transporte marítimo y el comercio a medida que los puertos de todo el mundo se amplían para dar cabida a buques más grandes, beneficiando a quienes integran la cadena de suministro en todas las regiones a las que sirve el Canal de Panamá.

Fiel a su compromiso con sus clientes, hasta la primera semana de junio, más de 20,600 buques han transitado de forma segura por las esclusas neopanamax desde su inauguración en 2016.

Cifras de la ampliación

Al inicio se esperaba que las esclusas neopanamax sirvieran a buques con un máximo de 12,600 TEU’s (equivalente a contenedores de veinte pies); sin embargo, el Canal de Panamá logró superar rápidamente este umbral, gracias en parte a la experiencia adquirida en la operación de las esclusas y a su estrecha colaboración con los clientes.

Su capacidad para admitir buques de mayor tamaño, como el Zephyr, con una capacidad total de 16,285 TEU, permitió a las esclusas neopanamax acoger el 53 % del total de toneladas del Canal de Panamá que transitaron por la vía acuática en el año fiscal 2022.

Las esclusas neopanamax siguen representando más del 50 % del tonelaje total, con más de 270 millones de toneladas del Canal de Panamá (CP/SUAB) entre junio de 2022 y el pasado mes de mayo.

Conectividad

Dada su privilegiada y estratégica ubicación geográfica, Panamá y el Canal ofrecen ventajas insuperables al comercio marítimo mundial.

Buques de todas partes del mundo transitan diariamente por el Canal de Panamá, y entre 13,000 y 14,000 embarcaciones lo utilizan cada año. La vía acuática sirve a más de 180 rutas marítimas, conectando 170 países y llegando a aproximadamente 1,920 puertos del mundo.

El tránsito por el Canal de Panamá disminuye el tiempo de viaje de los buques que navegan desde la costa estadounidense del Golfo de México a los mercados de Asia.

Desplazarse desde la costa este de EE.UU. a Asia a través del Canal ampliado conlleva 20 días, frente a los 35.6 días de los viajes a través del Cabo de Hornos, los 31.6 días a través del Cabo de Buena Esperanza o los 29.5 días si se transita por el Canal de Suez.

Retos hídricos y climáticos

Este séptimo aniversario viene acompañado de importantes retos en materia de agua y clima.

El Canal de Panamá sigue de cerca la evolución de los fenómenos meteorológicos que afectan a la disponibilidad de agua en la cuenca hidrográfica que, según las previsiones, podría empeorar con la llegada del fenómeno de El Niño.

En respuesta, el Canal está aplicando medidas de ahorro de agua durante los meses lluviosos para ayudar a la recuperación del agua en los lagos circundantes, y, así, garantizar los recursos para el consumo humano sin afectar los tránsitos. No obstante, las estimaciones actuales indican que el impacto económico es inevitable.

A siete años de haber ampliado el Canal, reiteramos nuestra responsabilidad como país de tomar las acciones para mantener vivo nuestro recurso hídrico para la población y para las operaciones del Canal, frente a los desafíos que imponen las variaciones climáticas.

 

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