El Canal ampliado cumplió el pasado 26 de junio cinco años de operaciones. Su contribución con fortalecer los aportes de la vía interoceánica al país es clara e incuestionable; además, ha consolidado la competitividad de la ruta panameña al facilitar el tránsito de buques de mayor tamaño gracias a un servicio seguro, continuo y confiable.
“En estos cinco años, pasamos de la etapa de aprendizaje hasta llegar a la fase de consolidación de un servicio eficiente y seguro a nuestros clientes, al tiempo que incrementamos nuestros aportes directos al país a través del Gobierno Nacional en virtud de la operación de las nuevas esclusas”,
afirma el administrador Ricaurte Vásquez Morales.
“Nada de esto hubiera sido posible sin el voto de confianza que los panameños le dieron al Canal a través del referéndum, para ejecutar el Programa de Ampliación, así como el profesionalismo y compromiso del capital humano del Canal”.
Desde el primer tránsito por las esclusas neopanamax, aproximadamente 13,700 buques han cruzado el Canal, representando el 28 % de los tránsitos en este período. Estos tránsitos representaron el 54 % del volumen de carga y el 58 % de los ingresos por peajes del Canal, lo cual refleja el valor que la ampliación ha aportado a la competitividad de la ruta por Panamá.
La subadministradora del Canal, Ilya Espino de Marotta, también resaltó el compromiso del Canal y de cada uno de sus colaboradores de seguir dando lo mejor en beneficio del país, que se ha demostrado en estos cinco años de operación.
Competitividad al servicio del mercado
“Cuando visualizamos la ampliación pensamos que la capacidad máxima de los portacontenedores que atenderíamos sería de 12,000 contenedores, pero hoy día transitamos buques con capacidad para cargar hasta un poco más de 15,000 contenedores”,
destacó Ilya Espino de Marotta.
Añadir un tercer carril de tránsito con capacidad para buques de mayor tamaño también ha fortalecido la competitividad del servicio que ofrece el Canal de Panamá, aportando economías de escala y atrayendo nuevos mercados como el de los buques de gas natural licuado (GNL), al punto de posicionarse como el cuarto en número de tránsitos en las esclusas neopanamax.
Los portacontenedores siguen siendo el principal cliente del Canal ampliado con el 42 % de los tránsitos; seguido de lo buques de gas licuado de petróleo, 22 %; graneleros secos, 15 % y GNL, 14 %.
El servicio del Canal de Panamá a sus clientes también se ha potenciado con el reciente incremento de la eslora permitida en las esclusas neopanamax. En mayo pasado, se notificó a las navieras que la eslora (largo) máxima en las esclusas neopanamax pasó de 367.28 metros (1,205 pies) a 370.33 metros (1,215 pies). El aumento significa que ahora una gran parte (96.8 %) de la flota mundial de portacontenedores puede transitar por la vía acuática.
La ruta por Panamá, al ser más corta, juega además un papel importante en la reducción de los gases de efecto invernadero. Al facilitar el transporte de más carga en menos viajes, las esclusas neopanamax han permitido ahorros de aproximadamente 40 millones de toneladas de dióxido de carbono desde 2016.
De acuerdo con Jorge Pitti, capataz general de Operaciones de Esclusas, “cada año de la ampliación del Canal ha sido una aventura, durante la cual, hemos consolidado a los equipos encargados del servicio de tránsito, para alcanzar el éxito”.
“Esta experiencia del 2020, impactada por la pandemia, nos ha fortalecido y debemos registrarla en nuestra historia como un logro extraordinario de este gran equipo del Canal de Panamá que ofreció un servicio ininterrumpido al comercio global”, subrayó Pittí, con 35 años de trayectoria en el Canal de Panamá.
Los retos continúan
Producto de la variación climática, la disponibilidad del recurso hídrico en la Cuenca se ha visto impactada en los últimos años por la disminución en el volumen de agua, cambios en el régimen de lluvia y fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías. Por ejemplo, en 2019, el Canal experimentó su quinto año más seco de las últimas siete décadas, lo que provocó que los niveles de los lagos Gatún y Alhajuela estuvieran muy por debajo
del promedio.
Debido a ello, la Administración implementó medidas como un cargo por agua dulce, que está en vigencia desde febrero del 2020, sumado a prácticas de conservación de agua, puestas en marcha meses antes.
Igualmente, el Canal ha desarrollado un Programa Hídrico que consiste en una cartera de proyectos que proveerá una solución al abastecimiento de agua cruda para más de la mitad de la población del país concentrada en las provincias de Panamá, Colón y Panamá Oeste, así como para la operación del Canal, considerando el desarrollo sostenible, los escenarios climáticos y las proyecciones de crecimiento.
En atención a las sugerencias de las empresas interesadas en el proceso de precalificación para el diseño, construcción y puesta en marcha de un sistema optimizado de administración de agua, el Canal de Panamá reformuló el modelo de licitación para el Programa Hídrico.
Estas iniciativas fortalecen la resiliencia en las operaciones del Canal frente a la variabilidad climática, mantienen la competitividad de la ruta y aportan valor a sus clientes, al tiempo que se evalúan y seleccionan los proyectos a ser desarrollados como parte de la estrategia de sostenibilidad de la vía acuática.