Hace dos años, el Canal de Panamá enfrentó un dilema sin precedentes. Después de meses de sequía, las lluvias en la vía interoceánica estuvieron cerca del 90 % por debajo del promedio histórico en diciembre, lo que convirtió al año 2019 en uno de los más secos jamás registrados.
Sin embargo, diciembre de 2019 era solo el comienzo de la estación seca, dejando al Canal con el enorme desafío de administrar la escasez de agua por el resto de la temporada. Administrar el agua para ofrecer calados aceptables a los clientes y asegurar la disponibilidad de agua para la población en los próximos meses requirió de soluciones innovadoras.
Dos años después, la temporada seca sigue representando un desafío anual para la vía interoceánica, ya que sus operaciones deben adaptarse para garantizar que el agua ahorrada durante la temporada lluviosa sea suficiente para las operaciones y el suministro de agua potable para la población por los próximos meses.
Sin embargo, el Canal de Panamá se encuentra hoy en una situación muy diferente a la de hace dos años. A pesar de que en el mes de marzo el país se encontraba en medio de la estación seca, la vía interoceánica continuó ofreciendo a los clientes su nivel de calado más alto.
La conservación de los recursos hídricos no es negociable: nuestro país y nuestros clientes dependen de que el Canal de Panamá ahorre la mayor cantidad de agua dulce posible. La administración apropiada del agua por parte de nuestro equipo es ahora la principal manera en que brindamos valor.
En los próximos años, se espera que el cambio climático cause una mayor afectación en la disponibilidad del recurso hídrico en la vía acuática panameña y en todo el mundo. Por lo tanto, para garantizar el valioso servicio que brinda a sus clientes, el Canal ha preparado procedimientos, tecnologías e inversiones a largo plazo para asegurar
la confiabilidad de la ruta durante los próximos años.
El valor continuo de las medidas de ahorro de agua
El Canal de Panamá y el agua siempre estarán intrínsecamente vinculados. Los reservorios de la vía interoceánica son la principal fuente del recurso hídrico para el tránsito de más de 13,000 buques que transportaron más de 516 millones de toneladas del Canal de Panamá (CP-SUAB) el año fiscal pasado, así como también para más de la mitad de la población de Panamá.
Cuando los niveles de los lagos disminuyeron hace dos años, el Canal respondió aplicando medidas diseñadas para proteger los niveles operativos de agua y, a su vez, mantener un cierto nivel de confiabilidad para sus clientes.
Estas acciones incluyeron el cargo por agua dulce, el intercambio transparente de datos de los niveles del lago Gatún y ajustes a su sistema de reservas para asegurar el uso eficiente del agua durante los tránsitos.
El Canal también introdujo medidas de conservación de agua en sus operaciones durante la estación seca. Por ejemplo, la implementación de llenados cruzados en las esclusas, una técnica que envía agua entre los dos carriles en las esclusas panamax durante los tránsitos, genera un ahorro equivalente al total de seis esclusajes diarios.
A los tres meses de implementar estos cambios, los niveles del lago se estabilizaron. Para septiembre de 2020, el Canal pudo ofrecer nuevamente a los clientes su calado más alto en las esclusas neopanamax, 50 pies, un aumento significativo con respecto a los 43 pies disponibles un año antes. A pesar del incremento de precipitaciones en esta estación seca, el Canal continúa implementando medidas de ahorro de agua. Como resultado, el equipo pudo posponer dos ajustes de calado en marzo de 2022, lo que permitió a los clientes continuar beneficiándose del calado máximo de 50 pies.
“Nuestra capacidad para posponer los ajustes de calado planificados es una prueba de que nuestro equipo puede administrar de manera efectiva el recurso hídrico que tanto se necesita para brindar a nuestros clientes una mayor confiabilidad”, ha dicho la subadministradora, Ilya Espino de Marotta.
Mantener estas medidas sigue siendo crítico para los clientes, ya que el calado operativo del Canal impacta directamente en el volumen de carga que un buque puede transportar a través de la vía interoceánica. Esto, a su vez, beneficia a su desempeño y cadenas de suministro globales. Por cada pie adicional de calado, un buque portacontenedores puede transportar 300 contenedores adicionales llenos.
No obstante, el Canal de Panamá espera que las líneas navieras continúen consolidando más carga en menos barcos debido al cambio en las cadenas de suministro globales, que se han vuelto aún más volátiles desde la pandemia de la COVID-19. Esta tendencia traerá barcos más grandes y con más carga a la ruta por Panamá, por ende, la importancia de salvaguardar este calado operativo en el futuro.
Avances en las inversiones para garantizar la confiabilidad en las próximas décadas
Para adaptarse a las tendencias futuras de la industria y los consumidores, el Canal de Panamá avanza en sus planes para construir un sistema de administración del recurso hídrico, que abarcará una serie de proyectos diseñados para garantizar un amplio suministro de agua a largo plazo, mientras protege el ambiente y toma en cuenta las variaciones como resultado del cambio climático. Se espera que el sistema requiera una inversión de B/. 2,000 millones, lo que lo convierte en uno de los proyectos más imprescindibles de la vía interoceánica desde la ampliación del Canal. El Canal tiene como meta finalizar el trabajo de diseño conceptual para 2024, con el objetivo de completar la cartera de proyectos en 2028.
“Ya no podemos pretender que el agua es un recurso abundante. Para salvaguardar el desarrollo de nuestros clientes, así como el comercio internacional y los medios de subsistencia de millones de personas, debemos realizar inversiones significativas en soluciones resilientes ahora”, indicó el administrador Ricaurte Vaquez Morales.
Añadió que este proyecto, y los esfuerzos continuos del Canal, “refuerzan nuestro papel como un socio constante para nuestros clientes y como impulsor del progreso económico y la gestión ambiental”