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Agua, tan prioritaria como siempre

Agua: tan prioritaria como siempre - El Faro - Canal de Panamá

Luego de que se decretara oficialmente el inicio de la temporada lluviosa, el Canal de Panamá se mantiene vigilante de los niveles de los embalses que almacenan el agua para el consumo humano y para la operación.

Es viernes 22 de mayo y la lluvia arrecia en la Cuenca Hidrográfica del Canal de Panamá (CHCP). Igual es el escenario en diferentes puntos del país, lo que se traduce en un claro indicativo de que, durante este año, la temporada lluviosa inició tal como lo habían pronosticado los profesionales canaleros de meteorología, quienes estimaron que ocurriría a mediados de mayo.

Contrario a lo que sucedió en 2019, cuando las lluvias en el país fueron erráticas y un 20 % por debajo del promedio, para este año, según Gloria Arrocha, meteoróloga del Canal, las precipitaciones se normalizarán e incluso existen posibilidades de que estén por encima de lo habitual.

Se trata de un cálculo del que participan profesionales de la región y que invita al optimismo, pero que no deja de lado las variaciones climáticas que se han experimentado en los últimos años y que limitan la cantidad de agua que se logra almacenar en el sistema de lagos de la vía acuática para afrontar la temporada seca. Es precisamente con ese proceso que se garantizan las operaciones de la ruta y también el suministro a más del 50% de la población panameña.

Los últimos años

Desde el año 2015, hemos tenido dificultades con la forma en la que ocurren las precipitaciones, asegura Erick Córdoba, gerente de Recursos Hídricos del Canal, quien recuerda que ese año se registró uno de los fenómenos de El Niño más fuertes y cuyo impacto fue notorio en la temporada seca del 2016, cuando el lago Gatún llegó a su nivel mínimo histórico de 78.3 pies en el mes de mayo.

Pero esto no representa un hecho aislado. Para encontrar un antecedente cercano solo hay que ir a las estadísticas de la última década y observar que en cuatro de esos 10 años, las lluvias estuvieron por debajo del promedio, incluso en el 2015 cuando llovió un 34% menos. Eso convirtió al 2015 en el segundo año más seco de los últimos 70 años (ver gráfica).

Este déficit en la cantidad de lluvias está principalmente relacionado con los fenómenos de El Niño que, como comenta Córdoba, siempre han ocurrido, sin embargo, en los últimos años se han vuelto extremos y por ende, sus consecuencias más evidentes.

Durante su aparición en 2015 – 2016, la escasez de agua obligó a que en el último de estos años se establecieran restricciones en el calado de los buques que transitaban por el Canal, con una consecuente merma económica calculada en 40 millones de dólares.

Esta fue la última vez que hubo restricción de calado Panamax. Fueron 42 días en los que el Canal limitó la cantidad de carga de los buques que atravesaban la vía interoceánica. El antecedente inmediatamente anterior data de 1998, cuando las restricciones se extendieron por 108 días, ante el déficit de agua causado por un severo fenómeno de El Niño.

Los retos de una dura temporada seca

El pasado 13 de mayo, los meteorólogos del Canal de Panamá decretaron  oficialmente el inicio de la temporada lluviosa, pero ya desde antes, la vía interoceánica viene sorteando los retos de una temporada seca 2020.

Esta crisis ha probado la capacidad y el ingenio de quienes tienen a su cargo las operaciones, pues con menos agua de lo habitual se ha garantizado el abastecimiento a la población y no se han suspendido los tránsitos.

Pero, este logro no es el producto del azar. Ilya Espino de Marotta, subadministradora del Canal, explicó que ya para octubre del año pasado se pronosticaba que no se alcanzarían a llenar los embalses para la temporada seca, por lo que se inició de inmediato un plan de ahorro de agua que implicó una serie de medidas operativas para hacer frente al reto que esta crisis originó.

Desde aquella fecha se implementó una maniobra denominada llenado cruzado de las esclusas panamax, una experiencia inédita  y con resultados positivos, que permitió, en conjunto con otras acciones como el uso de las tinas de reutilización de agua, el objetivo de ahorrar seis esclusajes diarios durante toda la temporada.

Se añadieron otras acciones de planificación en el uso del agua que también son claves al afrontar las consecuencias de estas  variaciones climáticas que comprometen el servicio que ofrece el Canal de Panamá tanto a las navieras, como a más del 50 % de la población panameña que recibe el servicio de agua potable a través de las nueve potabilizadoras, que obtienen el líquido de los lagos Gatún y Alajuela.

Nuevas opciones de agua

Garantizar el recurso hídrico para el futuro es una prioridad, así lo concibe el administrador del Canal de Panamá Ricaurte Vásquez Morales, para quien el problema del agua es un tema serio y así se le ha hecho saber a los clientes, colaboradores y al país en general, desde enero pasado cuando se anunciaba la incorporación de un cargo por agua dulce a los buques que transitan por la vía.

La solución del problema de agua “representa el segundo proyecto, en dimensión, más grande que ha acometido el Canal de Panamá bajo administración panameña (luego de la ampliación)”, así de enfático fue el Administrador al referirse al alcance de las iniciativas que se implementarán en un futuro.

Añadió que el tema es tan importante que aun por encima de las limitaciones producto de la pandemia de COVID-19, no han cesado los esfuerzos para adelantar las actividades que permitan que, próximamente, se pueda licitar un trabajo total sobre la solución a largo plazo del problema de agua.

En ese sentido, Daniel Muschett, vicepresidente interino de Agua y Ambiente, comentó que se trata de una búsqueda que el Canal inició años atrás cuando fue contratado por el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE)  para el desarrollo de estudios en Bayano y río Indio y que, luego de esos contratos,  se ha mantenido, agregando nuevas opciones para ampliar las  posibilidades a la hora de hacer una selección.

Agregó que la exploración de estas nuevas alternativas de agua estará enfocada principalmente en establecer qué se puede optimizar dentro de la CHCP y qué estudios son necesarios para determinar las fuentes alternas que podrían ser utilizadas para garantizar la disponibilidad del recurso.

Destacó además que durante todo el periodo de análisis de distintas opciones se ha tenido como norte  tres parámetros fundamentales con los que debe cumplirse en lo que a agua se refiere: cantidad, calidad y el control de su volumen.

El agua es tan prioritaria hoy, como antes de la pandemia. Precisamente el Canal de Panamá es consciente de su responsabilidad constitucional de garantizar el suministro de agua para el consumo humano y para la operación, por lo que, seguirá enfocado en encontrar la mejor solución en beneficio de nuestro país y del comercio marítimo mundial.

 

 

 

 

 

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