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107 años de historia y un futuro de retos

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Por más de un centenario, el Canal de Panamá ha sido parte inherente de la historia de nuestro país.

Su construcción, que empezó en 1904, fue de la mano con el nacimiento de nuestra vida republicana. Más adelante, aquellas circunstancias y particularidades que permitieron su construcción y administración por parte de los estadounidenses, generaron un creciente descontento en los panameños que alcanzaría su punto más álgido en 1964.

Ese año en que se conmemoraba su cincuentenario, el Canal quedó en medio de la lucha por el reclamo de los panameños que anhelaban la soberanía del país.

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En 1977, a 63 años de operaciones, se firmaron los tratados que otorgarían a Panamá la administración de la vía interoceánica a partir del 31 de diciembre de 1999, justo cuando el Canal ajustara 85 años.

El 2006 fue un año muy significativo para los panameños. Y es que el 22 de octubre se realizó un referéndum para ampliar la vía acuática y permitir el tránsito de buques de mayor tamaño y capacidad. Este sueño se hizo realidad con el tránsito del primer buque neopanamax el 26 de junio de 2016.

El impacto de nuestro Canal en 107 años también cambió los patrones del comercio marítimo mundial. Con el tiempo y la incursión de avances tecnológicos, la vía interoceánica pasó de ser una ruta mayormente militar a una ruta importante para el transporte de mercancías entre países.

Para muestra un botón:

“Actualmente, alrededor del 90 % del comercio mundial se transporta a través de la industria marítima internacional”, según el ex secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Koji Sekimizu.

Y no es poca cosa.

Hoy, el Canal conecta a 180 rutas marítimas que llegan a 1,920 puertos en 170 países alrededor del mundo.

En dónde estamos

De acuerdo con el Administrador de la vía interoceánica, “históricamente teníamos una participación de mercado un poco más grande, pero sin duda, el crecimiento de los países asiáticos ha desarrollado mucho tráfico marítimo, que ni siquiera pasa por algún canal”.

Explicó que “Eurasia se ha convertido en un universo económico, relativamente grande y autónomo; entonces, eso representa hacia el futuro un mayor crecimiento de esa región comparado con el crecimiento global”.

Todavía las rutas del Canal de Panamá siguen siendo robustas, principalmente el comercio procedente de Asia hacia la costa este de los Estados Unidos.

“Y ahora se está agregando también mucho del comercio de Estados Unidos hacia Asia, particularmente en lo que tiene que ver con productos energéticos, toda la base petrolera, gases, gas natural licuado (GNL), gases de petróleo, que transitan por Panamá para llegar a los destinos de Asia y a la costa este de Suramérica”, añadió.

Cabe destacar que luego de la ampliación en 2016, se abrieron nuevos mercados con el tránsito de buques neopanamax por la ruta toda agua.

“Lo que se ha agregado, que es importante porque antes no lo había, son ciertos productos que tienen origen en Estados Unidos como son los productos energéticos. Ahora, por el Canal ampliado transitan los buques de GNL y otros gases, así como energéticos que van para las petroquímicas que se encuentran en Asia”, destacó el Administrador del Canal.

Los actores principales

Estados Unidos sigue siendo el origen o destino de la mayor parte de la carga que se mueve por el Canal de Panamá. “Así es que, desde ese punto de vista, nosotros somos un conducto que va entre lo que viene de Asia hacia la costa este de los Estados Unidos”, indica el Administrador del Canal.

Gracias a su conectividad, Panamá se ha posicionado como un centro logístico, de transporte y servicios, ofreciendo mayores oportunidades para su desarrollo.

Pero, aun con sus ventajas, el Canal tiene competencia y posibles nuevos competidores, además de retos por superar, tales como el suministro y conservación del agua.

No somos un monopolio

México quiere su canal. El ambicioso proyecto del corredor ferroviario del istmo de Tehuantepec incluye la rehabilitación de más de 200 kilómetros de vías férreas entre las costas del Pacífico y el Atlántico; así como la modernización de puertos y parques industriales a lo largo de la línea de carga.

La idea es que esta ruta conecte el comercio entre Asia (océano Pacífico), Estados Unidos (costa este) y Europa (golfo de México y el océano Atlántico). Por eso, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, lo denominó como “el Canal de Panamá mexicano”.

“La gente está tratando de encontrar alternativas al Canal”, admite el Administrador. “Competencias vamos a tener, nosotros no somos un monopolio”.

Pero, ¿por qué hay que tomar en serio a este posible competidor? “Con el nuevo acuerdo que hay entre Canadá, Estados Unidos y México, y el hecho de que la COVID-19 ha puesto una alarma en las cadenas de suministro que se consideran largas, llámese desde Asia hasta el mercado final de los Estados Unidos, es muy posible que este concepto de globalización pase a un sistema de cadenas de suministro más cortas”, explicó el doctor Vásquez Morales.

“Si traes productos para terminar de elaborarlos en México y que luego vayan al mercado de Norteamérica, ahí tendrías elementos que compiten y sustituirían a productos terminados, manufacturas que ahora mismo vienen de Asia y van hacia los Estados Unidos”, añadió.

Sin duda, esta puede ser una oportunidad para México.

Creatividad y competitividad

Ante la competencia, el mensaje es claro: “Va a seguir habiendo competencia y tenemos que ser muy creativos en mantenernos vigentes, y es por eso que el volumen de inversiones que hace el Canal de Panamá es tan grande, porque si no nos mantenemos vigentes, eventualmente la carga se va a mover por algún lado”, afirma el Administrador.

Cabe destacar que la competencia también existe hacia nuestra posición geográfica. Puertos de la región, como Cartagena y Buenaventura (Colombia), están capturando los beneficios provenientes del aumento del tránsito de mayores volúmenes de carga con motivo de la ampliación.

“El Canal de Panamá ha cumplido su parte; nosotros hemos puesto el tráfico, el volumen de carga, los requerimientos de inversión de capital para poder materializar esa oportunidad. Pero el resto del país –con
su fuerza, su capacidad, y sus inversiones– debe complementar la operación de Canal de Panamá y sacarle provecho”.

Y el reto del agua

Se trata de otra gran oportunidad para el Canal de Panamá. Las variaciones climáticas demuestran que el agua es un recurso finito y requiere de un manejo especial para darle sostenibilidad a las operaciones de la vía interoceánica.

El Administrador lo explica así: “Nosotros hemos recurrido siempre a la disponibilidad de lluvia como principal recurso para mantener vigente la disponibilidad de agua. Entonces, esos patrones han cambiado y la disponibilidad de agua se ha hecho mucho más extrema: tienes años muy secos y tienes años con exceso de lluvia”.

Esto significa que “tenemos que cambiar nuestro sistema de almacenaje de agua para poder hacerlo mucho más confiable”.

Como resultado, el Canal de Panamá busca la mejor alternativa para dar una solución a corto, mediano y largo plazo en el tema del agua.

“Y eso lo estamos viendo, primero y ante todo, dentro de la propiedad del Canal de Panamá para no afectar a terceros; creemos que es la ruta másrápida”, destacó eldoctor Vásquez Morales.

Con los habitantes de la Cuenca

Parte de la protección de los recursos hídricos va de la mano con los pobladores de la Cuenca Hidrográfica. El Canal lleva a cabo diversos programas como el de Incentivos Económicos Ambientales, Vigilancia de la Cobertura Vegetal, entre otros, que buscan la participación comunitaria con el apoyo de instituciones para buscar un beneficio común.

A través de los programas de sostenibilidad desarrollados entre el Canal y las comunidades de su cuenca, que abarcan a más de 2,000 familias, se han establecido 9,209 hectáreas con distintos métodos de reforestación (conservación, agroforestería, silvopastoril, enriquecimientos de matorrales). Además, se protegen 2,000 hectáreas de bosques dentro de fincas particulares.

Uno de los puntos en donde se hace mayor énfasis es en la protección de los recursos hídricos; tema primordial que forma parte de la estrategia del Canal de Panamá en la cuenca.

Así, el Canal de Panamá cumple 107 años de metas cumplidas, mientras se prepara para los múltiples retos del futuro.

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